El cierre de las minas en Asturias afectaría a 4.000 personas
En total Asturias tiene 18 explotaciones mineras, que dan 2.800 trabajos directos y otros 1.400 por contratas. Es decir 4.000 personas trabajan en el sector minero del carbón en Asturias.
El cierre de las minas podría suponer un aumento del paro del 2,5% porque, según las fuentes, por cada empleo directo de la mina se perderían entre uno y medio y tres empleos más indirectos.
Los pozos de Hunosa se concentran en el área central de Asturias. Siete en total, tres en la cuenca del Nalón y otros cuatro en el Caudal, en esta zona hay que sumar al lavadero Batán de Mieres.
En los últimos años la producción de carbón en Asturias ha pasado de los seis mil millones de toneladas a dos mil millones y medio. Más drástica ha sido la evolución del empleo. En 1990 había en Asturias 25.400 trabajadores en la minería, hoy son 4.000.
Con preocupación y temor. Así han acogido en las cuencas la posibilidad de que las minas que aún están en funcionamiento tengan que cerrar en 2014.
Una medida que puede suponer, en opinión del movimiento social de estas comarcas, un golpe mortal para unos territorios que llevan décadas sufriendo su particular crisis.
En la calle, las opiniones de los vecinos van en la misma línea y todos
creen que, si la propuesta de la Unión Europea sale adelante, el Nalón y el Caudal perderán población y se quedarán sin futuro.
Por todo ello, los vecinos de las cuencas se muestran dispuestos a luchar para evitar el fin de la minería. Un sector, recuerdan, históricamente ligado a estas comarcas y a sus gentes.
POr su parte, la Federación de Industria de CCOO se muestra preocupada y engañada por la propuesta de nuevo reglamento emitido ayer por la Unión Europea que aseguran supone la liquidación del sector del carbón en España.
Esta mañana se han reunido en Madrid los Delegados de minería de las CCAA para decidir las acciones a tomar tras conocer el documento propuesto por Bruselas.
CCOO ha acusado al Gobierno Español de engañar a los miembros de la Comisión de Seguimiento del Plan del Carbón 2006-2012 y concretamente a las organizaciones sindicales ya que aseguran no “creen en las casualidades” y creen el Gobierno era conocedor de las intenciones de la Comisión Europea pero no han hecho nada por ayudar al sector.
Ahora dicen su intención es analizar la propuesta con serenidad aunque aseguran están dispuestos a movilizarse para defender el sector