Fuente: EFE, 19 de septiembre. 2017 19:38

Cuco Suárez expone en el Museo de Bellas Artes sus "Crónicas geopolíticas"

Exposición en el Bellas Artes de Cuco Suárez

Una reflexión en torno al ser humano, el azar y el control político-económico

El Museo de Bellas Artes de Asturias expone desde hoy la muestra "Crónicas Geopolíticas", del artista asturiano Cuco Suárez, compuesta por tres instalaciones de gran formato que reflexionan en torno al ser humano, el azar y el control político-económico.

El trabajo de Cuco Suárez (Pola de Laviana, 1961) ha estado desde sus inicios vinculado a la experiencia traumática del cuerpo.

Para él la corporalidad, el dolor, la enfermedad y, en último término, el sujeto y la propia identidad, resultan algo socialmente construido, que es necesario interrogar, en su caso a través del arte, según ha explicado el museo en un comunicado.

Cuco Suárez se sirve también de las tecnologías para construir con ellas sus reflexiones acerca del cuerpo y su disposición, aunque suele mezclarlas con elementos tradicionales del entorno rural.

Basada en sus investigaciones previas y con el referente de otros proyectos del artista como Inútil (1998), Misterio y evolución (2002) y Miedo total (2004), "Crónicas geopolíticas" está específicamente diseñada para el patio y salas de exposiciones temporales del Palacio de Velarde, una de las sedes históricas del Museo de Bellas Artes de Asturias.

A través de tres instalaciones de carácter muy diferente (Damocles, Aquí de nuevo y Muro), el artista vuelve a interrogarse sobre el uso y la instrumentalización del cuerpo humano, así como sobre la responsabilidad política en la gestión del mismo.

"Damocles", la primera pieza, consiste en un conjunto de más de 140 botijos artesanales a los que se suma un grabado de grandes dimensiones.

Algunos de los botijos han sido rotos aleatoriamente y todo el espacio de la sala en la que se encuentran armónicamente repartidos cuenta con un tratamiento lumínico específico que contribuye a enfatizar la instalación.

A través de "Damocles" se sugiere no solo la fragilidad, sino también lo azaroso del destino que a cada uno nos ha tocado en suerte, pues unos botijos han sido destruidos y otros no.

El artista afirma que la pieza remite a la incapacidad de permanencia, a la precariedad e inseguridad y al robo del estatus y de los derechos del ser humano.

La segunda obra se titula "Aquí de nuevo" y se trata de un contenedor militar cuyo macabro contenido son los féretros en los que se transportan, de vuelta a su país de origen, los cuerpos de los soldados muertos en acto de servicio en el extranjero.

Junto al contenedor se reproduce además un vídeo de unos cuatro minutos de duración, titulado Oriente Medio, en el que se ve cómo unas manos juegan con unas fichas de dominó, alusivas éstas a los países del petróleo, en un reflejo del carácter azaroso de los conflictos y las muertes y de la existencia de un ente invisible que mueve los hilos.

La tercera instalación de esta exposición, titulada "Muro", presenta la imagen de un muro tradicional de piedra de mampostería, utilizado como pantalla de proyección para dos tipos de programas informáticos diferentes: uno de juegos y una hoja de cálculo.

según explica el museo, el juego y el cálculo aparecen así representados sobre el muro, con una peculiaridad: aparentemente el espectador puede jugar o calcular con ellos, pero los agujeros negros sobre el muro terminan haciendo imposible un control total sobre el programa, frustrando las ilusiones lúdicas o matemáticas del espectador.

Con esta pieza el artista sugiere un discurso sobre la imposibilidad que tiene el ser humano de entenderse.