Fuente: EFE, 21 de octubre. 2015 20:40

Lledó: "Lo terrible es que un ignorante con poder determine nuestras vidas"

El filósofo sevillano Emilio Lledó en la Facultad de Filosofía y Letras

"El político tiene que ser decente"

El filósofo sevillano Emilio Lledó, Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, ha reconocido hoy que el mundo ha progresado en muchos niveles, pero que aún abundan los casos de indecencia y se prodigan los políticos que siguen sin conocer el sentido de la decencia de la que ya hablaban Platón o Aristóteles en el siglo IV antes de Cristo.

"En un mundo en el que abundan ejemplos de indecencia me parece escandaloso que no hayamos aprendido de Aristóteles" cuando proclama que sólo cuando uno ve que es un ser decente está capacitado para organizar la vida de los demás, ha señalado en una rueda de prensa celebrada en Oviedo.

Lledó, que se encuentra en Oviedo para recibir el viernes de manos del rey Felipe el Premio Princesa de Asturias, ya había abundado en esta idea en una clase magistral impartida esta mañana en la de la Facultad de Filosofía y Letras, donde se sometió a preguntas de profesores y alumnos.

En ese foro, el profesor andaluz realizó una defensa de las humanidades en contra del "pragmatismo" preponderante en la educación y subrayó que "lo terrible es que un ignorante con poder político y repleto de ignorancia determine nuestras vidas".

"No es una frase retórica, es la realidad. El político tiene que ser decente", ha subrayado ante la prensa este experto en filosofía griega que a sus 88 años sigue atentamente la evolución del mundo, de España y de la educación, una de sus grandes pasiones.

Defensor radical de la escuela pública, se ha preguntado por qué está armando tanto ruido la propuesta del PSOE de eliminar la religión de la escuela, y sin embargo, pasó desapercibido el recorte de la enseñanza de filosofía.

"Para mí es más escandaloso que se quite la filosofía porque la religión se aprende en muchos otros ámbitos", ha señalado el profesor sevillano a la hora de defender esta rama del saber "que enseña a pensar en el lenguaje que somos".

En su opinión, es un error "garrafal y grave" dejar de lado la filosofía en la educación porque "ha sido siempre conciencia crítica en el seno de cada época".

Lledó, que pronunciará uno de los discursos en la ceremonia del próximo viernes en el Teatro Campoamor, ha afirmado que el abandono de las humanidades en las universidades es la "forma más feroz, inhumana, inhumanística, incultural (valga la expresión) de perder la vida".

También se ha mostrado escéptico respecto a la comunicación virtual y, pese a que ha reconocido que también tiene ordenador y que éste es un medio magnífico e interesante, ha destacado que se ha educado entre papeles y libros y que no entendería ver la pared de su casa en la que descansan los libros que reflejan toda su vida ocupada por tres o cuatro "iPad".

"Son mi memoria y me hacen vivir", ha dicho este prolífico autor que fue profesor de las universidades de La Laguna, Barcelona, Madrid y UNED, y que durante buena parte de la década de los cincuenta del pasado siglo vivió y estudió en la localidad alemana de Heidelberg.

Precisamente se ha referido hoy a esa etapa de su vida para reivindicar la necesidad de acabar con los tópicos, como el que señala a los andaluces como unos vagos porque el vivió allí la llegada de la primera oleada de obreros españoles, en su mayoría andaluces, con todo menos pereza por aprender y trabajar.

De hecho, ha asegurado que la experiencia más hermosa que ha tenido en sus más de cinco décadas como profesor fue la de dar clases de alemán a esos "jóvenes abandonados de su país a los que nadie había enseñado la gramática española" y que mostraban tanto interés por aprender.

A la hora de educar, ha reconocido que los medios de comunicación son esenciales y son los que tienen la fuerza para hacerlo, siempre y cuando no estén mediatizados.

"Los verdaderos educadores del mundo son los medios de comunicación", ha dicho este enérgico defensor de la escuela pública que denosta la "codicia" por un trabajo bien remunerado que se proyecta a los alumnos en algunas universidades porque, para Lledó, es una "aberración que el dinero sea el que mida el nivel de la educación".

"Hay que seguir pesando, hay que seguir vivos. La filosofía es vida, la vida en el pensamiento, y por eso no podemos dejar de pensar, no podemos dejar de vivir", ha aseverado Lledó, distinguido por el jurado del Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades por su "relevancia internacional y trayectoria ejemplar".