Los trabajadores de Vesuvius dejan su encierro en la catedral
Convocatoria oficial para el próximo día 30 de la mesa técnica que abordará el futuro de la plantilla
Los dos trabajadores de la empresa siderúrgica Vesuvius que permanecían encerrados desde hace nueve en el interior de la catedral de Oviedo / Uviéu depondrán mañana su actitud tras la convocatoria oficial para el próximo día 30 de la mesa técnica que abordará el futuro de la plantilla.
Los trabajadores, que en un principio eran tres y que iniciaron una huelga de hambre que desconvocaron horas después tras alcanzarse el acuerdo, pernoctaban en el despacho del deán catedralicio sin más contacto con el exterior que las visitas que reciben del comité de empresa o el calor de las muestras de apoyo que perciben en las concentraciones a través de las rejas de la estancia.
“Estamos entre cuatro paredes y parece una cárcel, pero vamos a seguir y vamos a por todas”, habían afirmado los trabajadores en su primer contacto con los periodistas en el que mostraron además su voluntad de explicar a los reyes y a sus hijas su situación.
La multinacional británica dedicada a la fabricación de material refractario presentó un ERE que supondrá el cese de actividad en su planta langreana y el despido de la mayor parte de sus 111 trabajadores, así como de los 17 de la planta de Miranda de Ebro.
El acuerdo alcanzado entre el comité de empresa y la dirección de Vesuvius no evita el cese de la actividad industrial, pero incluye el compromiso de buscar un plan de reindustrialización para lograr futuras recolocaciones para los empleados.
Los dos operarios fueron saludados ayer mientras permanecían encerrados por los reyes de España, la princesa de Asturias y la infanta Sofía, que se detuvieron unos minutos con ellos durante la visita que realizaron a la catedral de Oviedo en la primera jornada de su estancia en el Principado.
En una declaraciones difundidas por CCOO, los dos trabajadores explicaron que habían podido trasladar a los reyes la problemática en la que se encuentran que, en su opinión, se debe a una reforma laboral que "deja a las empresas con beneficios que se marchen a países de menos costes".