Barbón califica de "puesta en escena" el manifiesto del PP contra el pacto en Cataluña

El presidente pide al PP que se deje de politiquería barata y haga una propuesta de financiación

El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha pedido este martes al PP que se deje de "politiquetería barata" y que su contribución al debate sobre la financiación autonómica no sea sólo "una puesta en escena o un manifiesto", sino una propuesta de reforma de un sistema que, en su opinión, mantiene a todas las autonomías infrafinanciadas.

"Lo que tiene que hacer es una propuesta de dónde o cómo cree que debe ser el sistema de financiación y que no sea simplemente por politiquería barata o debate político partidista, sino que sea porque se cree en la necesidad de reformar el sistema financiación", ha subrayado en declaraciones a los periodistas durante una visita al Museo de Bellas Artes de Asturias.

Barbón se refería así al manifiesto que han firmado los presidentes autonómicos del PP en el que fijan una posición unitaria contra la financiación singular para Cataluña, que para los barones del PP es un concierto o cupo catalán.

Para Barbón, teniendo en cuenta que la mayoría de las comunidades autónomas está gobernada por el PP, este partido debe hacer una propuesta en materia de financiación, pero no es capaz porque no defiende lo mismo en Galicia, que en Andalucía o Valencia porque unos territorios piden que prime la población y otros que se tengan en cuenta criterios como la dispersión o el envejecimiento.

Asturias, ha añadido, tiene " muy clara la posición en materia de defensa de la financiación autonómica" y que no aceptará "ninguna reforma del sistema de financiación que le perjudique", algo que, egoístamente, ha subrayado, también le interesa a él porque pretende seguir al frente del Principado más legislaturas y quiere contar con un sistema de financiación fuerte.

Paso a paso

No obstante, ha señalado que aún hay que ver "paso a paso" qué va a pasar con el pacto entre el PSC y ERC para una financiación singular de Cataluña porque todavía hay que ver qué propuesta va a hacer el Gobierno, debe pasar por el Consejo de Política Fiscal y Financiera y aprobarse en el Congreso, sin olvidar que una reforma de la Ley Orgánica de Financiación de las Comunidades autónomas exige una mayoría absoluta.

Sobre esta última cuestión, y ante la posibilidad de que el Gobierno no cuente con los apoyos suficientes para aprobar la reforma, Barbón se ha limitado a señalar que él no se encarga de contar votos en el Congreso y que bastante tiene con hacerlo en el parlamento asturiano, donde gobierna en minoría, con 22 de los 45 parlamentarios que componen el hemiciclo.

En cualquier caso, ha reiterado que, se le llame como se le llame, concierto económico o pacto singular, él no va aceptar ningún sistema ni ninguna reforma que perjudique los intereses de Asturias y que no se va a mover del pacto alcanzado en 2020 por 43 de los 45 diputados del parlamento asturiano, de la declaración que un año después se hizo en Santiago de Compostela junto a otras sieste autonomías, y de las resoluciones de la Federación Socialista Asturiana.

El presidente asturiano ha insistido en que, aunque haya mucha gente interpretando y especulando, habrá que esperar, por lo tanto, a conocer la propuesta que finalmente se haga desde el Gobierno para poder conocer al detalle cómo afectará a Asturias.

"Soy de los pocos presidentes que ha dicho que creo que todas las comunidades están infrafinanciadas para prestar unos servicios de calidad como merecen los ciudadanos y que a ello tenemos que contribuir también con la corresponsabilidad fiscal las propias comunidades autónomas", ha añadido Barbón, para quien no es de recibo que una región baje impuestos y luego pida más dinero al Estado.

Sobre la repercusión que el debate de la financiación pueda tener en Cataluña, ha señalado que, por lo pronto, se ha visto una normalización, que "ya no hay discurso bronco" y que se ha pasado la página del independentismo para hablar ahora de un "Gobierno del catalanismo progresista, transversal, que intenta representar y unir una sociedad que estaba rota".