El presidente de la Junta General, Juan Cofiño, ha anunciado este sábado que no acudirá el próximo 8 de septiembre a la tradicional misa de Covadonga con motivo del Día de Asturias en disconformidad con las afirmaciones "extremas" del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en la celebración del pasado año.
En una carta abierta a Sanz Montes, en que la que le reprocha el contenido de la celebración religiosa de la misa en el Real Sitio en 2023, Cofiño anuncia que no acudirá el próximo 8 de septiembre, le pide prudencia y expresa el deseo de que esta "incidencia" sea la antesala de una relación "fluida y respetuosa".
Ayer, el presidente del Principado, Adrián Barbón, confirmó que no asistirá la próxima semana a la tradicional misa de Covadonga con motivo del Día de Asturias, celebración a la que siempre había acudido desde que tomó posesión del cargo hace cinco años. "No quiero que mi presencia sea la excusa perfecta para generar crispación y tensión, algo que no va conmigo", señaló.
Cofiño agradece a Sanz Montes la "amable invitación" para participar en los actos religiosos a celebrar en Covadonga el próximo día 8 de septiembre, apunta que nada le "desagrada más que las polémicas estériles", aunque se ve "obligado" a argumentar su ausencia dada la "notoriedad" que ha adquirido la presencia o no de los representantes públicos en los actos religiosos.
Hace un año, ha revelado con ocasión de su primer "envite" como presidente del Parlamento ponderó los pros y contras de asistir a la ceremonia, a la que decidió acudir, aún siendo conocedor de los precedentes de las "reflexiones ciertamente extremas" y de que una parte "relevante" de la sociedad asturiana "reprocha y reclama el abstencionismo religioso" de los mandatarios políticos en su dimensión pública.
"Asistí, convencido de que estamos ayunos de gestos para la convivencia y persuadido de que el ecosistema de Covadonga, en donde se entremezclan ecos de nuestra historia y la fe religiosa forman parte de la cultura asturiana en sentido amplio", ha señalado.
El máximo responsable de la Cámara autonómica ha revelado que, tras escuchar con atención el discurso, cuando abandonaba la Basílica se hizo el "propósito de no acudir más a la cita hasta tanto en cuanto no se produjera una rectificación" por parte de Sanz, "ni siquiera es preciso explícita, para despolitizar el acto, en la línea que durante décadas habían mantenido sus predecesores".
Rechaza amparar los "excesos verbales" del arzobispo en la "libertad de opinión", que en el caso de personas que ostentan responsabilidades públicas debe "someterse al filtro de la prudencia, la proporción y el sentido común".
Sobre el posicionamiento de Sanz, hace un año desde el púlpito de Covadonga para defender las posiciones de la Iglesia católica más reconocibles, incluyendo el repudio de la Ley de eutanasia y la práctica del aborto, ha dicho que "aunque no comparta su postura, la entiendo y la respeto, incluso expresada en términos contundentes y desabridos en el día menos adecuado, en mi humilde opinión".
Sin embargo, Cofiño no puede "admitir ni validar" con su presencia el tono "peyorativo (rayano en el desprecio) que Sanz empleó para "desacreditar a las mujeres que luchan a diario por su derecho a ser protagonistas de su propia vida, y el reproche furibundo exhibido frente a aquellas personas sensibilizadas con la problemática ecologista y el medio ambiente".
Muchos de ellos, le han trasladado a lo largo de este año su "profundo disgusto" con la forma de proceder del arzobispo, "incluidos ciudadanos conservadores y profundamente religiosos".
En el escrito, Cofiño le trasladad al arzobispo que le hará llegar uno de los textos del escritor jesuita Baltasar Gracián (Oráculo manual y arte de prudencia) con el propósito de que de las lecturas compartidas "allanen el camino para que crezcan adecuadamente los afectos".
Por último, espera que Sanz entienda "rectamente" el objeto de la carta, que "no es otro que el trasladarle una protesta", expresada en "forma de renuencia" a su presencia en Covadonga este año, en "nombre de todos quienes se han visto señalados peyorativamente por sus intervenciones" en el Día de Asturias.
Concluye con el deseo "más sincero" de que esta "incidencia de naturaleza coyuntural no sea un punto y aparte en la relación entre dos instituciones llamadas al entendimiento y la colaboración mutua, sino la antesala de una relación fluida y respetuosa".
El PP ve un "error" que Barbón no asista a la misa en Covadonga el Día de Asturias
El diputado del PP en la Junta General Luis Venta ha calificado esta sábado de "error" la renuncia del presidente del Principado a asistir a la tradicional misa que se celebra en Covadonga con motivo del Día de Asturias, una decisión que ha vinculado conque Adrián Barbón "se ha echado en manos del 'sanchismo' más radical", que intenta "enfrentar y dividir a la sociedad, en este caso, la asturiana".
Barbón anunció ayer que no asistirá el próximo 8 de septiembre a la tradicional misa en el Real Sitio, a la que siempre había acudido desde que tomó posesión del cargo hace cinco años, ya que no quiere que su presencia sea la "excusa perfecta para generar crispación y tensión".
Tampoco estará en Covadonga el presidente de la Junta General, Juan Cofiño, que esta mañana ha difundido una carta abierta en la que le traslada que no acudirá el próximo 8 de septiembre a la tradicional misa con motivo del Día de Asturias en disconformidad con las afirmaciones "extremas" del arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, en la celebración del pasado año.
En declaraciones a los periodistas con motivo de su asistencia al certamen ganadero en Tineo, Luis Venta ha afirmado que el máximo responsable del Ejecutivo regional "ya no pinta mucho" en el PSOE.
"Creo que un representante de todos los asturianos, como es el presidente, tienen que estar con todos", ha dicho Venta, que ha reprochado a Barbón que esté "demostrando cada vez con más ahínco que con unos sí y otros no".
A su juicio, Covadonga es un "símbolo" para todos los asturianos "independientemente de lo que e supone desde el punto de vista religioso".
La relación del Arzobispo de Oviedo con el Presidente del Principado comenzó siendo cordial
La relación del Arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes con el Presidente del Principado comenzó siendo cordial. En 2019, primer año de Adrián Barbón en el Gobierno, apelaba incluso a su colaboración.
En 2020 en el año de la pandemia, la buena sintonía seguía. El arzobispo lanzaba sus críticas contra la gestión de la pandemia del Gobierno nacional. Pero alabó, en cambio, lo bien que se estaba haciendo en Asturias.
Desde entonces Sanz Montes ha usado sus homilías, especialmente en Covadonga, para arremeter contra las leyes del Gobierno central, fundamentalmente contra el aborto y la eutanasia. E incluso contra el feminismo, como el pasado año, en plena polémica por el caso Rubiales.
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