La piscifactoría de Romillu, propiedad de El Esmerillón y otra de Infiesto / L'Infiestu, que esta sociedad gestiona mediante un convenio con el Principado de Asturias, son los dos centros de operaciones de las campañas de repoblación piscícola que desarrolla este colectivo. Una labor iniciada hace muchos años.
Inmersos en la suelta de trucha, los trabajos de repoblación son sucesivas acciones que se prolongan durante todo un año.
Los peces que cría y suelta El Esmerillón se suman a las repoblaciones que hace el Principado y suponen un buen número de peces. Unas repoblaciones que son de gran ayuda cuando las riadas frustran el desove natural del salmón. A la hora de criar salmones en cautividad, también se trabaja por su variedad genética. Ahora se tiran al pienso, pero conseguir que un salmón salvaje empiece a alimentarse en cautividad no es fácil.
Por más que la sociedad de pescadores El Esmerillón esté más apegada a la cuenca del Sella, lo cierto es que sus repoblaciones alcanzan a todos los ríos y cursos fluviales del oriente.
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