Oviedo sube las tasas municipales en medio de las críticas de la oposición

Oviedo aprueba subidas en las ordenanzas fiscales del 80% sobre basuras y 10% para el agua

El pleno del Ayuntamiento de Oviedo ha aprobado inicialmente este martes la subida de las ordenanzas fiscales municipales que suponen el incremento del 7 por ciento del IBI general, que pasa del 0,54 al 0,58 %, además de otras subidas sobre el canon de recogida de residuos, que se eleva el 80%, y el suministro de agua potable, que lo hará el 10%.

El equipo de Gobierno local, en la sesión plenaria correspondiente al mes de octubre, ha dado el visto bueno a estas subidas con la mayoría que le otorgan sus catorce concejales, que también han avalado una modificación presupuestaria de 47,2 millones de euros para modificación del crédito del consistorio y la liquidación del presupuesto de la empresa Aqualia.

La concejala de Economía, Leticia González, ha defendido un proyecto que busca un equilibrio entre ingresos y gastos para mantener los "excelentes" servicios públicos que ofrece, que suponen un "compromiso de gestión muy importante".

Ha reivindicado el gobierno, con "sensatez y rigor", que desempeña el PP, que actualiza "ligeramente" el IBI para seguir ofreciendo servicios públicos de calidad y continuar transformando la ciudad, con una subida "transitoria" con vistas a "volver a ajustar a la baja".

Entre las distintas subidas se ha referido a la nueva tasa de basura, de carácter "obligatorio", cuyos costes de recogida los ayuntamientos están "obligados" a "repercutir" en los ciudadanos para cumplir la ley.

En Oviedo, la tasa de recogida de basura "lleva desde 2015 sin incrementarse", ha apuntado la edil, que ha precisado que en 2012 se pagaba un "precio más alto que hoy".

González también ha atribuido la subida de costes propuesta al incremento de precios de Cogersa, 80 euros por tonelada, que supone un 20 por ciento más, a la espera de un "coste mayor" por la "negligencia" del Gobierno regional, que "no tenía seguro".

Para el socialista Javier Ballina, el PP encara una "verdad incómoda" al tener que aceptar que lleva a cabo una subida generaliza, que responde a una "mala" gestión económica y que "no se explica" por el gasto social, que en el mandato de Canteli "se ha reducido un 11,5%".

"Otra verdad incómoda es que la subida responde a una mala gestión económica", que el edil del PSOE ha vinculado con alguna decisión "delirante", como el "regalo de 5 millones de euros a un fondo suizo" para adquirir el Calatrava.

El portavoz de IU Gaspar Llamazares ha dicho que "falta lo fundamental", tras un aterrizaje "accidentado en la realidad" que obliga a los gestores ovetenses a "reconocer" la situación tras un recorte "amargo", con modificaciones sobre los presupuestos de este año que quedaron "insuficientemente" dotados, como ocurrió en el caso de las becas escolares.

Hoy se plantea una "fuerte subida" de impuestos, ha dicho Llamazares, que no se "escandaliza" por la subida de tasas e impuestos, aunque exige que "se expliquen" y "conjuguen la propocionalidad" de estas cargas.

Ha reconocido las limitaciones del equipo de Gobierno y de IU para alcanzar un acuerdo sobre las ordenanzas, y se ha mostrado "abierto" para retos compartidos y poder estar "juntos en otros aspectos estratégicos", entre otras materias en vivienda y trabajo social.

La edil de Vox Sonsoles Peralta ha considerado que la subida de tasas son un "fraude fiscal", tras la promesa electoral del Gobierno local de rebajar.

"Ni los baja, ni los mantiene, los sube", ha dicho Peralta, que prevé una rebaja a las puertas de las próximas elecciones municipales.

Durante la sesión plenaria fueron rechazadas más de una veintena de proposiciones presentadas por las distintas formaciones de la oposición.

Además, el pleno ha aprobado la proposición del Grupo Popular referente a la defensa de un sistema de financiación "justo y solidario" entre las comunidades autónomas para instar al Gobierno estatal a rechazar el "pacto de financiación singular" que "quiebra" la igualdad territorial.

Esta propuesta, ha dicho Llamazares que supone un "ejercicio de anticatalanismo", y ha pedido "menos dramatismo" y "tener memoria", en un momento en el que el "principal problema" es la desigualdad "social, que multiplica por mucho más la territorial".