La propuesta del Principado pasa por acceder a El Musel desde Aboño

Los vecinos consideran injusta y egoísta la apuesta de derivar el tráfico por Carreño

El objetivo de la propuesta del Principado para los accesos a El Musel es eliminar el tráfico pesado de la avenida Príncipe de Asturias y su apuesta pasa por acceder al puerto desde Aboño.

Para eso, la Consejería propone reorganizar el nudo del Empalme, adecentar la carretera que une esta glorieta con el puerto y, además, abrir el túnel de Aboño, cerrado desde hace 12 años. Para llegar hasta Aboño desde las principales vías, la 'Y' o la AS-II, sin pasar por La Calzada, la alternativa es la carretera GI-10, que une Lloreda y Veriña y que cuenta con varios accesos a los polígonos de industriales de la zona.

Según el Principado, su desdoblamiento se licitará en primavera después de que las obras, que comenzaron en 2017, se paralizasen poco después.

El 8 de julio de 2017 comenzaron las obras para desdoblar la carretera que une Lloreda y Veriña. El popular Íñigo de la Serna, ministro de Fomento en aquel momento, ya subrayaba la importancia de este proyecto para mejorar los accesos al Musel.

El proyecto para duplicar estos tres kilómetros y medio de vía contaba con una inversión de 33 millones de euros. Las arcas públicas se dejaron además 44 millones para pagar las expropiaciones de los terrenos afectados. Los trabajos avanzaron rápido y en enero de 2018 ya se podía ver los desmontes en los márgenes de la carretera.

Pero unos meses más tarde, en mayo, hubo que paralizar las obras. Las máquinas se toparon con conductos de servicios que no habían aparecido en los planos. Había que volver a revisar el proyecto.

Dos años más tarde, el Ministerio decidió resolver el contrato. Entonces alegó que ya no era prioritario al haber perdido fuerza la idea de acceder al Musel por Aboño.

Ahora el Principado considera vital duplicar la vía para dar al tráfico pesado una alternativa a La Calzada. La obra, confía la Consejería, se licitará en primavera después de que se volviese a encargar la redacción de un proyecto en 2022.

En este tiempo, los desmontes que ya se habían practicado se han ido cubriendo de maleza y son ya casi imperceptibles.

Los vecinos del valle de Aboño consideran injusta y egoísta la apuesta de derivar el tráfico a El Musel por Carreño. Más de medio millar de personas viven en las parroquias de la zona. En su día a día tienen que lidiar con un tráfico diario de 1.600 camiones y con la actividad de la industria pesada ubicada allí.