La Casa de Cuervo, en Malleza, tuvo un gran protagonismo durante la guerra de la Independencia

Se trata de una clásica casa solariega de planta rectangular con cubierta a cuatro aguas

En la segunda mitad del siglo XVIII se construyó, en Malleza, en Salas, la Casa de Cuervo. Su propietario era José Cuervo-Arango, nacido en Lluerces, concejo de Pravia, en 1768.

Se trata de una clásica casa solariega de planta rectangular, con cubierta a cuatro aguas y dos pisos separados por impostas, explica Paulino Lorences, vecino de Salas.

La fachada principal tiene un balcón central sobre voladizo de planta rectangular, con el escudo de Cuervo.

Durante la guerra de Independencia, fue la residencia del Mariscal Ney, de aquella general de las tropas francesas.

En 1958, Matilde de Cuervo-Arango falleció, donando su fortuna a la diócesis de Oviedo, que la vendió tiempo después.

Fue entonces cuando se instaló una fábrica de embutidos en lo que eran los pajares y las cuadras, y que continúa funcionando en la actualidad.