El presidente del Principado, Adrián Barbón, ha asegurado este viernes que el asturiano y el eonaviego son lenguas "que no levantan muros, sino que tienden puentes", por lo que ha animado a usarlas "con orgullo" y sin sentir "vergüenza".
El jefe del Ejecutivo autonómico se ha pronunciado así en el acto de conmemoración del 40º aniversario del inicio de la enseñanza de la lengua asturiana en los centros educativos que se ha celebrado en Mieres.
Barbón ha relatado que este hito que "hoy parece totalmente normal" fue en 1984 una "revolución", puesto que en ese momento hablar en asturiano era un motivo de "burla y, hasta incluso, de castigo, porque se consideraba vulgar o algo propio de ignorantes aldeanos".
Por tanto, ha dicho, esta efeméride es un motivo de celebración, porque puso fin a aquel "estigma" que acompañó a la lengua asturiana "tantos años" y su inclusión en las escuelas ha sido un "triunfo" del sistema educativo.
En este punto, el presidente ha destacado que, actualmente, unos 23.000 alumnos de Primaria y Secundaria se están formando en esta lengua.
"La opinión del uso ha cambiado mucho. Hoy lo entendemos como un derecho, un medio de comunicación y un patrimonio y un refuerzo de nuestra propia identidad", ha comentado.
Según el presidente, entre los retos pendientes está abordar la modificación del Estatuto de Autonomía para reconocer estas lenguas como oficiales.
"No queremos que el asturiano o el eonaviego estén en inferioridad de condiciones", ha apuntado antes de insistir en la importancia de cuidar la lenguas propias "como un tesoro para garantizar su supervivencia".
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