La sida es solo una bebida en una botella verde, pero todo lo que la ha rodeado durante siglos ha configurado la cultura asturiana. Está en el ADN del Principado y ahora es patrimonio de la Humanidad. En los templos de esta cultura, en las sidrerías, hoy se celebra el reconocimiento.
Hay euforia en el sector de la sidra y eso se nota también en los propios establecimientos.
La calle Gascona de Oviedo recibe el reconocimiento de la cultura sidrera como Patrimonio de la Humanidad como un premio a años de trabajo que va a suponer un antes y un después para Asturias.
Un premio que dignifica la profesión del escanciador y a todos los sectores de su producción.
Los hosteleros esperan que este reconocimiento suponga incrementar la afluencia de turistas.
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