Las obras de reparación y ampliación del puente de Ribadesella obligarán a cerrar esta infraestructura durante quince semanas entre septiembre y diciembre, periodo en el que se habitará un plan especial de movilidad con autobuses lanzadera para unir ambas partes de la villa para causar el "mínimo trastorno posible".
Así lo ha explicado este lunes la delegada del Gobierno en Asturias, Adriana Lastra, que ha presentado las medidas programadas junto al consejero de Fomento, Alejandro Calvo.
Lastra ha señalado que en marzo comenzarán las obras de micropilotaje para reforzar la cimentación -que obligará al corte de un carril de circulación del puente-, que se suspenderán en el periodo de Semana Santa y concluirán en el mes de julio.
Los trabajos continuarán el 15 de septiembre, cuando la vía se cortará de forma total al tráfico rodado, con el objetivo de que estén concluidos antes de Navidad.
"La decisión de hacer la obra de esta forma no se ha adoptado por ningún cargo político es una decisión técnica que han tomado los ingenieros. No cabe la confrontación política. No me gusta que se corte el puente, pero no hay otra manera humana de hacerlo sin poner en riesgo la seguridad de los operarios, del tráfico rodado y de los peatones", ha dicho ante las críticas de su alcalde, Paulo García.
Lastra ha explicado que mientras se prolongue el corte total se habilitarán autobuses gratuitos cada media hora -desde las 07:30- que conectaran las dos partes de la localidad riosellana y una ambulancia permanente en la zona de la playa por si es necesario el traslado de personas al centro de salud, mientras que se procederá a una readaptación de las nueve líneas de transporte escolar.
"Es una obra demandada, necesaria y quedará un puente que será la envidia del norte de España", ha puesto de manifiesto la delegada del Gobierno en el Principado tras destacar que los carriles medirán 3,2 metros cada uno, el carril bici será de 2,3 metros y el paseo fluvial de 4,15 metros.
Por su parte, el consejero de Fomento ha subrayado la "previsión y diligencia" del Gobierno central en el diseño de este plan de movilidad meses antes de que se lleve a cabo el corte total de la infraestructura.
"Estaremos a la altura de las necesidades y se podrá minimizar la afección", ha garantizado Calvo.
Los vecinos de Ribadesella protestan por el cierre total del puente de la capital del concejo durante quince semanas del próximo otoño
Adrián Batalla calcula que cruza el puente de la capital riosellana 50 veces al día, ya que da servicio a más de 150 estudiantes y a muchos vecinos y turistas con el autobús y el taxi. Si le cortan el puente tendría que dar un rodeo de unos 20 kilómetros, lo que supondría echar mucho más tiempo y dinero.
Juanfer García tiene una empresa de instalaciones de fontanería y calefacción en el polígono industrial de Guadamía. Hace obra nueva, pero sobre todo trabajos de mantenimiento y reparación de averías a los hoteles, campings y viviendas de ambos lados del Sella. Asegura que cruza el puente más de diez veces al día.
Luis Fernando Bulnes “Calano” vive en Los Porqueros, en el lado oeste de la ría del Sella, pero tiene un negocio de hostelería en al este de la capital riosellana. El puente lo cruza, al menos, cuatro veces al día en unos cinco minutos, pero si le cierran el paso tardaría más de 20 minutos. Dice que también afectaría al sector turístico.
Todos coinciden en que cortar el tráfico del puente riosellano perjudicaría a los vecinos y turistas de la capital riosellana y de más de 20 pueblos de la zona rural del concejo.
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