El hombre que convivió con el cadáver de su madre en un piso de La Corredoria durante años ha pasado la noche en un parque en las proximidades de su casa.
Su vivienda sigue precintada y en el albergue de Cano Mata al que acudió para pedir refugio no había plaza así que José Ramón Tomé pasó la madrugada a la intemperie, soportando temperaturas de menos de 2 grados en manga corta y sin abrigo de ningún tipo, como le vimos ayer a la salida del juzgado.
Su abogado ha conseguido que el albergue le proporcione ropa de invierno y esta noche se quedará en un alojamiento alternativo. La jueza le dejó ayer en libertad provisional, acusado de tres delitos, uno de ellos de homicidio.
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