Asturias amaneció con nubes e incluso gotas de lluvia, algo que no reflejaba lo que estaba por llegar. A lo largo de la mañana los termómetros ya marcaban temperaturas de 27 y 28 grados y a medio día superaban los 30 grados en algunos puntos de la región.
Asturianos y visitantes aprovecharon esta jornada para ir a la playa o ir de senderismo, pero poca es la gente que ha decidido quedarse en casa.
El calor vuelve a la costa asturiana y lo hace con temperaturas altas. El sol, que se junta con los paisajes de la región, es algo que cada vez llama la atención de más turistas.
Un verano atípico por la pandemia, pero con grandes días de sol que asturianos y turistas agradecen.
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