En el último mes se ha ido reduciendo el nivel de agua embalsada en el Principado. Actualmente, el Principado cuenta con un 61% de capacidad, según el Ministerio de Transición Ecológica, un 25% menos que hace un año por estas fechas.
La situación permite apreciar la aldea de Salime, una de las que tuvieron que inundarse hace décadas para levantar la presa de Grandas de Salime y que cuando el nivel del embalse baja, permite apreciar parte de sus ruinas.
La consecuencia más grave se encuentra en los campo. En pleno mes de febrero, algunas praderas del concejo de Grandas de Saline se encuentras secas, amarillas y es que hace dos meses que no llueve, según alerta Mercedes Cruzado, secretaria general de COAG Asturias.
En estos momentos no hay un problema de falta de pastos, pero si no llega el agua, los ganaderos tendrán que comprar, más adelante, el forraje necesario para abastecer sus ganaderías. Eso supondría un importante desembolso económico que se uniría ya al alza del precio de otros productos, como el pienso, o el bajo rendimiento de la leche.
Los ganaderos cruzan estos días los dedos a la espera de que, de una vez por todas, lleguen las ansiadas lluvias.
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