Tres operarios de una empresa especializada en tratamiento de residuos son los encargados de desescombrar los restos del bazar incendiado en Pumarín.
La manipulación del material ha de hacerse con sumo cuidado por la presencia de amianto, procedente de las cubiertas del local, esparcido entre los restos.
El escombro se deposita en sacos tipo big-bag que serán trasladados posteriormente a Cogersa. La toxicidad del amianto hace que los trabajadores deban extremar las medidas de precaución.
Desde 2001, solo está permitido trabajar con amianto para su desmantelación. Por ello, el Instituto Asturiano de Prevención de Riesgos Laborales supervisará los trabajos para que se cumpla el protocolo de actuación.
Los trabajos consistirán en descontaminar un pasillo para que la Policía Judicial pueda acceder al lugar donde se originó el incendio e investigar sus causas. Se calcula que el pasillo pueda estar despejado en una semana.
Posteriormente, se proseguirá con el desescombro del resto del solar.
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