Arce señala que basaba sus sospechas en el "poder de compra" acumulado por Otero

Ha criticado la gestión que se realizaba en la Consejería

Joaquín Arce, funcionario de carrera que trabajaba en la Consejería de Educación entre 2000 a 2003, ha afirmado hoy que le comentó al ex presidente del Principado Vicente Álvarez Areces que le parecía que "había mucha corrupción" en el departamento en el que trabajaba.

Arce, que ha ocupado diversos cargos en la Administración, entre ellos, los de director general de Política forestal y de Presupuestos, ha explicado que Areces le pidió en ese encuentro que mantuvieron en 2002 que hiciera un informe y que se lo mandara.

El testigo ha argumentado que no le envío el informe a Areces porque no tenía pruebas que fueran "contundentes" para confirmar sus sospechas y ha indicado que no sabe si el presidente investigó lo que él le había señalado.

Ha dicho que basaba todas sus sospechas en el "poder de compra" acumulado por una sola persona en la Consejería de Educación, en este caso, la directora general de Planificación y Centros, María José Otero, ya que, según ha relatado, le parecía "peligroso" que sola fuera una persona la que hablara con los proveedores.

Ha indicado que había situaciones que llamaban la atención, como que Otero despachara, indistintamente y con frecuencia, con los gerentes de las empresa Igrafo y Pumarín.

Ha precisado que Otero, que era "fiel" y de "toda confianza" de su jefe, el exconsejero José Luis Iglesias Riopedre, se reunía en su despacho a puerta cerrada con algunos proveedores y les adjudicaba por la vía de la homologación contratos menores de millones de euros lo que, aunque no era ilegal, le parecía "muy raro".

Ha criticado la gestión que se realizaba en la Consejería y ha admitido la posibilidad de algunos contratos se pudieran pagar por duplicado.

El ex director general ha dicho que de aquella época también sospechaba de la empresa García Rodríguez Hermanos, que llevaba material de comedor.

Arce, al que el juez instructor mantuvo durante un periodo como testigo protegido, ha dicho que desconocía esta circunstancia pero que le parecía muy bien "ante el temor de lo que podría hacer unos presuntos delincuentes" como los juzgados en esta sala, cuestión que fue reprendida por los letrados de la defensa que le apuntaron que los acusados son presuntos inocentes.

Por su parte, Rodrigo L.S., que fue encargado de la agencia de viajes de Eroski en Llanes, ha afirmado hoy que la ex directora general de Centros, María Jesús Otero, contrataba viajes para ella y para su jefe, el exconsejero José Luis Iglesias Riopedre, que luego pagaban las empresas Igrafo y Almacenes Pumarín.

El testigo, que ha abierto las declaraciones de sesión de la tarde de esta séptima jornada del juicio oral del caso Renedo ha apuntado que Otero, acusada en este juicio, "era una buena cliente".

Ha precisado que la directora general le encargó desde 2006 a 2009, la mayoría disfrutados por ella, viajes por un valor de 198.000 euros que al final pagaban las empresas citadas, cuyos gerentes también están acusados en este juicio.

Ha dicho que no sabe si luego Otero abonaba este precio a las empresas y ha señalado que no le parecía raro que Almacenes Pumarín e Igrafo, investigadas en la causa, fueran los que abonaran los viajes.

Ha señalado que Riopedre, también acusado, realizó un viaje Asturias-Barcelona-Santander, con dos noches de hotel, sufragado por estos proveedores, al igual que otro a Tenerife.

Ente otros, también ha declarado Pablo Rodríguez Porrón, secretario general técnico de Educación en aquella época, que ha indicado que se encargaba de gestionar los contratos menores (30.050,60 euros) y ha apuntado Otero era quien daba el visto bueno de estos contratos.

Ha dicho que no le extrañaba que las dos empresas, Igrafo y Almacenes Pumarín, fueran los principales proveedores de la Consejería al ser productos homologados.