Carmita Pandiella, coleccionista de muñecas

Todas las muñecas tienen un traje único confeccionado con paciencia por Carmita

Carmita Pandiella orgullosa su impresionante colección de muñecas en el negocio familiar que ahora regentan sus hijos en Martimporra, Bimenes. Las hay de porcelana y de plástico, grandes y pequeñas, pero todas tienen un traje único confeccionado con la paciencia y las sabias manos de Carmita.

Pandiella decidió, tras años confeccionando diferentes trajes regionales en miniatura, dar un paso más. Se puso manos a la obra y, buceando en su infancia, vistió tres muñecas como si de sí misma y sus amigas se tratase.

Si algo le gusta a esta artesana es compartir esta ingente colección y por eso disfrutó tanto cuando le propusieron exponer en la Feria de la Ascensión.

El problema con el que se enfrenta ahora es que este tipo de muñecas están descatalogadas, y no es fácil encontrarlas. Internet, tiendas de segunda mano o particulares son los lugares a los que sigue acudiendo, con la misma ilusión que el primer día, Carmita Pandiella, para seguir aumentando su colección de muñecas.