Cascos acusa a Fernández de ser "sumiso con los poderosos y fuerte con los débiles"

El presidente de Foro Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, ha advertido hoy que la "propaganda falaz" que utiliza el jefe del Ejecutivo, Javier Fernández, "para presentar en un teatro de los sueños la situación de la región es un profundo error que ahonda la desconfianza y aumenta el malestar social".

"El Principado se encuentra bajo una grave amenaza de parálisis por falta de financiación", ha añadido el dirigente de Foro en la segunda sesión del debate sobre el estado de la región, en la que ha asegurado que el presidente asturiano ha cruzado las líneas rojas que dijo haberse marcado en materia de servicios sociales.

El líder de Foro ha acusado también al presidente asturiano de haber pasado de puntillas sobre los problemas de los asturianos, sin atreverse a dar respuestas urgentes, aunque se equivoque.

En su opinión, Fernández se ha limitado en el debate sobre el estado de la región a ser un "narrador de lo que sucede, un mero espectador o alguien que declama un decálogo de buenas intenciones", pese a que los cien mil parados de Asturias reclaman cambios profundos".

Así, ha señalado que lo que Fernández quiere hacer pasar como la "vuelta a la normalidad" tras el periodo de Gobierno de Foro, se está convirtiendo en una "una vuelta a la sumisión".

En concreto, ha asegurado que el presidente asturiano, en vez de defender los intereses de los asturianos, "tiende a ser sumiso con los poderosos y fuerte con los débiles", especialmente en materia de infraestructuras, industria y minería.

"El maquillaje de la normalidad de la que habla es un truco muy gastado y no basta con decir que es culpa de la crisis global", ha subrayado Cascos, que ha incidido en que la "normalidad acabó con los buenos resultados que había también en la sanidad", ahora abocada a una huelga porque, según el líder de Foro, "sus recortes van más allá de lo que indica Madrid".

Cascos ha cuestionado también la "vuelta a la normalidad" en la educación, la agroganadería o en la calle ya que, según ha recordado, se han sucedido las huelgas, las movilizaciones en distintos sectores y en la función pública.

Cascos ha señalado también que en la Conferencia de Presidentes y en la reunión que mantuvo este mes con Rajoy el presidente asturiano perdió "dos ocasiones de oro" de recabar la opinión de todos los grupos parlamentarios y de defender los intereses de los asturianos.

"Demuestre su fotobia y evite fotos de propaganda para evitar luego la decepción social", ha afirmado el dirigente de Foro, que ha acusado también al presidente asturiano de haber hecho un "papelón" y el trabajo sucio del PP al defender el actual modelo de financiación autonómica "que es perjudicial para Asturias y urge corregir".

Cascos ha cuestionado también a Fernández que en Madrid hubiese guardado silencio ante la escalada independentista del nacionalismo vasco y catalán "pese a que mantienen una relación privilegiada con el Estado".

Cascos ha arremetido también contra Mariano Rajoy, al que ha acusado de haber profundizado el agujero que cavaron los socialistas con una serie de "incumplimientos improvisaciones que ha disparado la prima de riesgo y la desconfianza en el país".

Por su parte, el presidente del Principado de Asturias, Javier Fernández, ha calificado este miércoles de "paradójico" que el diputado y presidente de Foro, Francisco Álvarez-Cascos, haya criticado la actividad y decisiones del actual Ejecutivo autonómico tras el "festival de escaqueo" de su mandato, que terminó con adelanto electoral.

Además, durante su respuesta al diputado de Foro y ex presidente del Principado, Francisco Álvarez-Cascos, en la segunda sesión del Debate de Orientación Política, Javier Fernández, ha incidido en que la actual crisis económica tiene relación con la burbuja inmobiliaria que incubó el gobierno de José María Aznar del que formaba parte el propio Cascos.

Igualmente, Fernández ha resaltado que mientras ahora Cascos reprocha la postura del Principado en el debate sobre la financiación autonómica, en su momento, "pactaba y era el interlocutor favorito de los nacionalistas" como miembro del Gobierno central del PP.