El Gobierno aprueba mañana un presupuesto que requiere del aval de Podemos

A partir de ahí, las cuentas iniciarán su tramitación parlamentaria

El Gobierno asturiano dará el visto bueno mañana al primer proyecto de presupuestos de la legislatura, con una cuantía de unos 4.100 millones -en torno a un 4 por ciento más-, y cuya aprobación en la Junta General está condicionada a la postura que finalmente adopte el grupo parlamentario de Podemos.

El Ejecutivo cerró el pasado viernes un preacuerdo con IU en torno al texto que contempla incluir tres nuevos impuestos medioambientales, que el primer año de aplicación recaudarán 1,5 millones de euros, y una modificación del impuesto de sucesiones por el que se seguirán recaudando unos 146 millones de euros, pero con una carga mayor sobre los patrimonios más altos.

No obstante, ambos grupos suman sólo 19 de los 45 diputados de la Cámara autonómica lo que no garantiza su aprobación salvo en el caso de que la formación morada, con nueve diputados y que ha mantenido varios encuentros con el Gobierno para negociar las cuentas públicas, respaldase el texto acordado por PSOE e IU.

El presupuesto, que mantendrá en torno al 67 por ciento de sus fondos destinados al gasto social, será remitido mañana mismo al Parlamento donde iniciará su tramitación que comenzará con las comparecencias a partir del día 4 de los distintos consejeros.

Para el día 23 de diciembre, una vez pasadas las elecciones generales, se ha dejado el debate de las enmiendas de totalidad que presenten los distintos grupos y que, en caso de que fuese aprobada alguna de ellas, obligaría a la devolución del texto al Gobierno y a la aplicación de una prórroga en el ejercicio de 2016.

Por el momento, tanto el PP, que pactó las cuentas vigentes este año con el PSOE, como Ciudadanos y Foro han mostrado su rechazo al proyecto dadas las novedades fiscales que plantea el Gobierno, cuyo texto busca además cumplir los compromisos adquiridos en el pacto de investidura suscrito con IU al comienzo de la legislatura.

No obstante, la suma de los votos de las tres formaciones de centro derecha -once del PP y tres de Ciudadanos y de Foro- no permitiría sacar adelante las enmiendas de totalidad que presentasen estos grupos, lo que deja el futuro del presupuesto en manos de los nueve diputados de Podemos.

La formación morada, que ha negado la existencia de un "pacto oculto" con PSOE e IU tal y como había denunciado el PP, ha mostrado su voluntad de concitar el consenso en torno a los presupuestos, pero siempre sobre la base de que supongan "un cambio que se construya sobre políticas reales y con garantías".

En caso de que Podemos no presentase enmienda de totalidad o que no se aprobase ninguna de las que registren los grupos, el texto del Gobierno saldría adelante con la cuantía fijada por el Ejecutivo, que únicamente se podría modificar a través de enmiendas parciales, que se debatirían y votarían el 30 de diciembre, y que sólo podrían modificar las partidas previstas en cada consejería.

Los nuevos impuestos ambientales se aplicarían sobre a las bolsas de plástico de los supermercados, con el que obtendrán unos 200.000 euros anuales, sobre los residuos urbanos, que se cobrará a través de Cogersa, y sobre los residuos industriales.

Sobre este último, con el que el Gobierno prevé recaudar 1,5 millones, PSOE e IU han acordado una moratoria de un año para que las empresas no se vean perjudicadas en sus previsiones en ese periodo.

En cuanto al impuesto de sucesiones, el presupuesto fijará unos baremos progresivos a partir de los 150.000 euros que permitirán mantener el nivel de ingresos en torno a los 146 millones de euros.