Esta mañana se han dado a conocer las primeras conclusiones de los estudios realizados en agosto pasado en el castro de Pena Aguda (Belmonte).
Los primeros resultados confirman que era un asentamiento estable y fortificado y que tenía relación con las explotaciones mineras.
Sorprende la antigüedad, mucho mayor de la que se pensó al principio, ya que fue ocupado durante la primera mitad del primer milenio antes de Cristo.
También se ha podido contrastar que quienes allí habitaron practicaban la metalurgia, al menos la de cobre.
Todavía están pendientes de nuevos análisis, que permitirán identificar técnicas y metales empleados y que podrían situar la actividad minera en esta zona en una época muy anterior a la que había constancia hasta ahora.
Las excavaciones, promovidas por la Fundación Valdés Salas cuentan con el patrocinio de la empresa Orovalle y se enmarcan dentro del proyecto Beriso, que este año continuará con las investigaciones en el castro de Alava, en el vecino concejo de Salas.
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