El hombre acusado de dar muerte al bebé cuyo cadáver fue hallado en una maleta en Oviedo en 2014 ha aprovechado hoy el uso de la palabra en la recta final del juicio para negar los hechos y decir que siente "lo que ha pasado" mientras que la madre del menor ha pedido que se haga "justicia".
Ambos acusados así lo han manifestado al término de la jornada dedicada al trámite de conclusiones e informes en el juicio que se celebra en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Asturias con tribunal de jurado contra el hombre y la mujer acusados del asesinato del hijo, que se enfrentan a una pena individual de 33 años y medio de cárcel.
El cadáver del menor, que estaba a punto de cumplir 21 meses, fue localizado en el interior de una maleta en las inmediaciones del apeadero de La Argañosa el 3 de noviembre de 2014.
La jueza-magistrada ha comunicado al término de la vista oral, que se ha prolongado durante más de cuatro horas, que tras la jornada de reflexión de la que dispondrán mañana los integrantes del jurado, el juicio se reanudará el jueves cuando se conocerá el objeto de veredicto.
La Fiscalía considera al hombre, David F., autor material de los delitos de maltrato habitual, lesiones y asesinato, mientras que ella sería culpable por omisión, y ha atribuido a ambos un delito de profanación de cadáver.
Según el Ministerio Público fue la pareja de la madre quien causó la muerte al niño en la vivienda familiar con "brutal" agresividad, "alevosía y ensañamiento", mientras ella estaba presente en los que considera hechos "indiscutibles".
El fiscal ha manifestado que la muerte del menor "no fue accidental, sino dolosa, querida y deseada", y su causa directa fueron "los golpes contra la pared y el suelo", contra el que fue "arrojado violentamente al menos en tres ocasiones".
El abogado de David F. ha conminado al tribunal a que tenga "honestidad" y que "haga saber" si cree que su defendido no fue el autor del fallecimiento del menor, al que ha incidido que "no hay un solo testigo" que haya declarado que vio maltrato por parte de su defendido.
Ha sostenido que el niño no suponía una molestia o carga para David F., del que ha dicho que "solo quería estar al lado" de Fadila C., como lo demuestra hasta el final, incluida la carta remitida a su compañera.
En su intervención ha expresado sus quejas, a la "espera de posibles recursos", por la "erosión de los derechos" que ha sufrido su representado, y ha incidido en que el consumo abusivo de drogas y alcohol influyó en el comportamiento de David F., para el que ha pedido que sea tenido en cuenta que "llamó a la autoridad, se entregó y colaboró evitando seguir siendo buscado".
Ha rechazado las acusaciones de maltrato por parte del procesado hacia su pareja, ha felicitado a la Policía Científica por el trabajo realizado en el caso, si bien ha considerado que el llevado a cabo por la Judicial "deja mucho que desear".
Por su parte, la abogada de la madre del menor ha solicitado que se declare la "inocencia" de la mujer que "más ha querido a su hijo", sobre la que ha reiterado que no se trata de una persona fría, "como la quieren pintar" en el juicio, sino "feliz con su hijo".
Ha rechazado las acusaciones formuladas por el fiscal contra su defendida, contra la que ha puntualizado que no existen "pruebas" que la inculpen, y ha llamado la atención sobre sus declaraciones "coherentes y sin contradicciones".
Fadila era víctima de violencia de género por parte de su compañero David F., ha dicho la letrada, que ha indicado que el acusado le "recuerda" a Miguel Carcaño, condenado por el asesinato de Marta del Castillo, cuando reconoce los hechos en la primera declaración y luego cambia la versión.
"No es creíble, y es surrealista" que se presente a David F. como un hombre enamorado, ha rechazado la defensa de la acusada, que ha abundado en el miedo y el temor a las represalias que sentía su defendida, que como recoge el informe de una de las psicólogas era "víctima de una situación de violencia de género de la que no era consiente".
Ha añadido que si Fadila hubiera enseñado los golpes que tenía en su cuerpo a los agentes cuando éstos fueron a la vivienda, ante la llamada de los vecinos por los gritos "desgarradores" que ella profería, "igual entonces habría contado lo que le ocurría".
"¿Se puede condenar por ser una mujer maltrada?", ha preguntado la letrada, que ha sostenido que "no hay razón para hacerlo" porque Fadila C. "ha sido víctima de David", y sólo quería "proteger a su hijo", cuyo cadáver ha negado que fuera amortajado bajo el rito islámico.
Ha planteado que habría que "crear" la figura de un nuevo delito si se condenara a una madre por no proteger lo suficiente a sus hijos en caso de que no hubiera haber sido víctima de malos tratos, y ha mencionado el caso de José Bretón, condenado por asesinar a sus dos hijos en 2011.
"Esas mujeres no son culpables de nada porque no se creían que sus parejas podrían matar a sus hijos", ha sostenido.
Al acusado "no le quiere nadie", ha sostenido la defensa de Fadila C. que también ha indicado que el acusado para obtener dinero "se aprovechaba" del niño, al que "mató por ira".
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