Esta mañana se ha celebrado la segunda sesión de la vista oral en la que los propietarios del edificio de Uría 58, que ardió en abril 2016, reclaman al Ayuntamiento de Oviedo el valor de los daños que sufrió el edificio.
En esta segunda sesión, han declarado los concejales Ana Rivas y Ricardo Fernández.
Han hablado sobre el estado de las bocas de riego y los hidrantes. Ambos han coincidido en que no tenían quejas previas sobre el suministro del agua, y que encargaron los informes tras el incendio, porque habían conocido por la prensa que los bomberos habían tenido problemas con estos sistemas.
También ha declarado un grupo de bomberos y sus versiones han sido discrepantes. Algunos han afirmado que hubo suministro de agua en todo momento; otros, que en algún momento vieron un descenso de la presión, llegando a quedarse sin ella.
Todos han coincidido en que era un incendio, inextinguible, al que el agua solo hacía "cosquillas".
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