El padre del bebé asesinado a puñaladas por su madre nada más haber dar a luz en su vivienda de Gijón / Xixón ha declarado este miércoles que ambos habían planeado tener uno o dos hijos y que se siente culpable por no haber podido evitar el crimen.
En la tercera sesión del juicio con tribunal de jurado que se desarrolla en la Sección Octava de la Audiencia Provincial, en el que la acusada se enfrenta a una petición de condena de prisión permanente revisable, el padre biológico ha dicho que "nunca" sospechó que su pareja pudiera estar embarazada.
El día de los hechos, el 1 de agosto de 2019, su compañera, con quien mantenía una relación de pareja "normal" desde hacía ocho años, le pidió en un mensaje de telefonía que al volver de su trabajo le comprara compresas porque tenía pérdidas.
Al llegar a su domicilio, en el barrio de Nuevo Roces, el hombre encontró manchas de sangre en el piso que la mujer atribuyó a perdidas por padecer de un quiste ovárico.
Según su testimonio nunca sospechó de que su compañera estuviera embarazada ni pensó en la posibilidad de que fuera la autora del crimen tras conocer la noticia del suceso a través de los medios de comunicación.
La pareja convivía en un piso que les habían cedido los padres de él y mantenían una relación "normal" en la que en más de una ocasión comentaron a sus familiares y allegados que querían tener uno o dos hijos "cuando la situación lo permitiera".
El padre de la víctima, que estuvo privado de libertad al considerarlo en un primer momento sospechoso de ser cómplice del delito, ha dicho que este episodio le "cambio la vida", que fue sometido a tratamiento sicológico y que tuvo que cambiar de domicilio.
La acusada, que en el momento de los hechos tenía 27 años y se declaró culpable en la primera sesión del juicio, había logrado ocultar su embarazo a su pareja, a familiares, amigos y allegados.
Durante la sesión de hoy han testificado además los abuelos del bebé, una vecina y tres amigos de la pareja que coincidieron en señalar que "en ningún momento" supusieron que pudiera estar embarazada.
Según estos testimonios, Silvia A.M. se comportaba de una manera normal en los días posteriores al hallazgo del cadáver a pocos metros de su edificio e incluso llegó a decir que iba a ser "difícil que se descubriera a "los autores".
Un día después del asesinato, la pareja cenó en la casa de los suegros de ella, que en ningún momento tuvo una actitud distinta a la habitual, según han declarado los padres del joven, y al día siguiente ambos salieron de copas con amigos para celebrar el cumpleaños del joven sin que ninguno de los participantes de esa reunión notaron "algo raro".
El juicio continuará mañana a partir de las 10:00 en la cuarta sesión en la que está previsto que testifiquen los forenses que actuaron en el caso.
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