Hoy es Asiegu, el Cabrales, y hace casi 30 años, San Esteban de Cuñaba, en Peñamellera Baja, era donde se producía la primera intervención de un miembro de la Familia Real en una circunstancia similar. Intervino, por supuesto, el entonces príncipe Felipe, hoy rey de España. Fue en 1990 y ya entonces era un problema el despoblamiento.
Ese día supo, el entonces príncipe, que una de las vecinas del lugar estaba embarazada. Un hecho insólito porque hacía 20 años que no nacía nadie allí. El bebé llegó en diciembre y entonces la FPA habló con la familia para que el ahora rey lo apadrinara.
Veintinueve años más tarde de que el príncipe de Asturias visitará, por primera vez, el primer Pueblo Ejemplar de Asturias, su hija, la princesa Leonor, emula a su padre en otra pequeña aldea situada a las puertas de los Picos de Europa.
De la veintena de vecinos que por aquel entonces vivían en la aldea de Peñamellera Baja, ya sólo quedan seis residentes. Unos cuantos fallecieron y otros muchos, como el ahijado del rey, emigraron a la ciudad en busca de nuevas oportunidades.
San Esteban de Cuñaba fue el primer Pueblo Ejemplar de Asturias por la conservación de la naturaleza, la recuperación de un núcleo ancestral de población y por su espíritu solidario de carácter ejemplar.
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