Con una suelta de globos azules y blancos, la Asociación Asturiana de Diabéticos recuerdan la necesidad de mejorar la atención en los centros escolares, a los niños y niñas con esta enfermedad.
El Día Mundial es mañana pero hoy por las calles de Gijón / Xixón han marchado medio centener de personas para visibilizar una dolencia que puede llegar a matar si no se trata. Piden, también, igualar los derechos de las personas con el tipo 1 y el tipo 2 de diabetes
Los afectados promueven una cultura de alimentación saludable y formar a la sociedad
Problemas gastrointestinales y mucha sed. Son los primeros síntomas de Sebastián Suárez. Con 8 años le diagnosticaron diabetes tipo 1 en México. Siendo tan pequeño se amoldó bien pero recuerda la desinformación de su entorno.
Con más edad fue diagnosticado su hermano pequeño a los 15. A Jorge Suárez le costó más adaptarse.
Para su madre, Christian Díazbarriga, fue duro aceptar la enfermedad de sus hijos. No había casos en su familia y no conocía la diabetes. Por eso propone que se forme a la sociedad sobre lo que implica padecerla. Y también reclama que se fomente la alimentación saludable.
La clave dice Christian es ser consciente de que es incurable y de los cambios en el estilo de vida que implica. Hábitos que se deben asumir cuanto antes para sobrevivir.
A pesar de que la diabetes tipo 1 rebaja la esperanza de vida todos coinciden en que es importante ser positivo y no verlo como una tragedia.
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