Rebeca Bermúdez tenía siete años cuando cogió por primera vez arco y flecha, mientras su hermano Eduardo la seguía atento desde el carricoche. Fue su padre quién les inició en un deporte, el tiro con arco compuesto, nada habitual para dos neños de Laviana.
Sorprende saber que la puntería no es lo fundamental en un deporte que consiste precisamente en eso, en dar en la diana. Lo fundamental, nos cuentan, es la técnica, que se consigue a base de repetir y repetir y sobre todo la concentración.
Un deporte donde la mujer todavía es minoría y al que le hace falta mucho apoyo.
Rebeca y Eduardo tienen un sueño compartido entre hermanos, que el tiro con arco compuesto se convierta en deporte olímpico.
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