Los profesionales sanitarios tuvieron que reinventarse durante la pandemia. Un ejemplo es el servicio de farmacia hospitalaria del HUCA, que llevó a domicilio sus medicinas a 2.500 pacientes durante el confinamiento.
En la Unidad de Gestión Clínica de Farmacia del HUCA trabajan 75 profesionales. Durante el estado de alarma se dieron cuenta que muchos de los pacientes, que acuden al hospital a recoger su medicación, habían dejado de hacerlo por temor a salir de casa.
En su mayoría se trataba de pacientes inmunodeprimidos y oncológicos. Se les ocurrió entonces organizarse para llevarles a domicilio sus tratamientos y llegaron así a un 40% del total de los pacientes.
El servicio funcionó entre el 20 de marzo y el 11 de mayo. En vez de entregarles medicación para un mes, como era habitual, se les entregó para dos. Incluso los propios farmacéuticos llegaron a repartir fuera de su jornada laboral.
Se trata de una iniciativa que ha reconocido la Academia de Medicina del Principado, que les entregará esta tarde el tercer Premio Humanización de la Asistencia Sanitaria.
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