Sonrisas y lágrimas en el inicio del curso escolar

Hoy es una jornada señalada en el calendario para los escolares que después de casi tres meses de vacaciones han vuelto a madrugar para retomar las clases en un inicio de curso marcado por los recortes en educación.

En total 70.000 alumnos regresan a las aulas, aunque hoy lo han hecho los de primaria y el lunes le tocará el turno a los de secundaria.

Pero no todos los escolares han asistido a clase, como, por ejemplo, los alumnos del colegio 'Príncipe de Asturias', de Tapia de Casariego, cuya asociación de padres ha convocado una jornada de huelga para protestar por las condiciones que presenta el colegio. 

Los padres y madres de los estudiantes piden a la Consejería una rápida intervención ante lo que consideran graves irregularidades estructurales, de saneamiento, calefacción y electricidad que sufre el centro escolar,  una reinvidicación que cuenta con el apoyo del profesorado. 

El centro cuenta con 194 alumnos este año y según los organizadores alrededor de un 80% de los alumnos no se han presentado a su primer día de clase aunque el lunes el curso comenzará con toda normalidad.

Donde si han ido a las aulas es en Gijón y en Aller donde los alumnos han comenzado el curso inaugurando colegio. 

Gijón cuenta con 12.500 alumnos matriculados en los centros públicos, siendo Uno de los más numerosos el nuevo colegio 'Gaspar Melchor de Jovellanos', que nace de la unión del antiguo Jovellanos con el Cabrales. 

El centro educativo, que lleva años rodeado de polémica por las obras del patio de recreo, comienza el curso con nuevas críticas por parte de la AMPA que no ve con buenos ojos el nuevo sistema de organización. Asegura que las clases no se distribuyen por orden alfabético sino por quien recibe clases de religión.

Por su parte, en Moreda , los 180 alumnos de infantil y primaria han recorrido esta mañana los pasillos de su nuevo colegio, una escuela que se inaugura después de tres cursos de espera y que ha sido muy bien recibida por los padres, que ya no tendrán que desplazar cada día a sus hijos hasta el colegio de Caborana.

Durante la última semana se ha llevado a cabo un gran esfuerzo para

que todo estuviera listo hoy en el centro, que por fin cuenta con una

biblioteca y una sala de profesores. 

Los muebles, recuperados del antiguo edificio, incluso han necesitado una mano de pintura, pero el profesorado se encuentra satisfecho con el resultado, aunque hubieran preferido disponer de clases más grandes.

Por delante quedan nueve meses para aprender y aprobarlo todo, pero también para descubrir todos los rincones del nuevo cole.