Los centros de día privados de Asturias comienzan a abrir sus puertas. Lo harán, en su mayoría, a lo largo de esta semana y con aforo limitado.
TPA Noticias ha estado en La Pola Llaviana / Pola de Laviana para conocer de primera mano los nuevos protocolos a seguir, pero tambien para hablar con sus protagonistas, nuestros mayores, y conocer sus historias.
Ellos son uno de los colectivos más sacudidos por la crisis sanitaria, por eso, volver a la rutina, supone también dejar de lado la soledad de sus casas.
Amable Díaz tiene 84 años y vive sola, desde que perdió a su marido hace poco más de seis meses. Volver al centro de día es para ella un regalo, no solo por las actividades, también por la compañía.
La desinfección en las zonas comunes es constante. Como Amable, todos tienen sillones propios, con sus nombres, con distancias, con su propia manta y cojín que cada semana se desinfectan.
Medidas especiales también para las trabajadoras, que tras pasar un test serológico, trabajan con doble mascarilla, mampara y bata.
Tomar la temperatura a los usuarios, al llegar y al salir, también es clave. En caso de detectar cualquier caso sospechoso, disponen de una sala aislada. Son medidas a las que cuesta acostumbrarse, pero lejos de ser un impedimento, explica Amable, les da seguridad.
Cumplir con estas normas permitirá a todos los centros avanzar en su desescalada y, si todo va bien, recuperar pronto el aforo habitual y la normalidad.
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