Maricusa Argüelles, una vida de lucha por un mundo más justo para las mujeres
En su trayectoria destaca el éxito de 'El Tren la Libertad'
Maricusa Argüelles siempre quiso ser libre y por eso, con 18 años, dejó su Laviana natal buscando un empleo que la convirtiese en una mujer independiente y es que en su casa, las opciones que tenía no encajaban con sus planes.
A su vuelta a Laviana comenzó su aventura activista: primero, en un sindicato y más tarde, con la creación de una asociación de mujeres en Los Barreros / Barredos.
De su lucha feminista se muestra especialmente orgullosa de acompañar a sus vecinas en dos actividades: denunciar a sus maltratadores e interrumpir sus embarazos en la clandestinidad, cuando el aborto estaba penado por ley. Solo una vez delegó esta tarea en su marido.
Se jubiló de la administración por convicción, para dejar paso a las nuevas generaciones, pero nunca, dice, dejará la lucha feminista.
En su trayectoria, destaca el éxito de 'El Tren la Libertad', una manifestación multitudinaria por las calles de Madrid, que congregó a miles de mujeres para protestar por la reforma en la ley del aborto que quería llevar a cabo el entonces ministro Alberto Ruiz Gallardón.
Asegura sentir miedo de la creciente fuerza de la extrema derecha en España y no tolera que se hable del 8M como un foco de contagio en la reciente crisis sanitaria.
La llaman activista de base y le gusta. Sobre las bases, dice, se puede construir y eso es lo que ha hecho siempre Maricusa, construir un mundo más justo para las mujeres.