Oviedo distingue con la medalla de oro de la ciudad la labor ejemplar de Eloy Palacio

Familiares, amigos y compañeros han participado en el emotivo acto

El alcalde de Oviedo, Wenceslao López, ha entregado hoy a los hijos de Eloy Palacio, el bombero fallecido hace un año durante las labores de extinción del fuego que destruyó el número 58 de la calle Uría, la medalla de oro de la ciudad, en reconocimiento a "un ejemplo extraordinario de profesionalidad y servicio público".

El acto, celebrado en el salón de plenos del Ayuntamiento, ha contado con la presencia del consejero de Presidencia, Guillermo Martínez, y del presidente de la Federación Asturiana de Concejos, Ignacio García Palacios, además de distintos concejales de todos los grupos municipales

El Pleno del Ayuntamiento de Oviedo del pasado mes de agosto decidió por unanimidad conceder la medalla de oro de la ciudad a título póstumo a este bombero, en reconocimiento a "un héroe de verdad".

Eloy Palacio, que durante 24 años trabajó en el cuerpo de bomberos de la capital asturiana, falleció el 7 de abril de 2016 cuando intentaba sofocar junto a sus compañeros el incendio que destruyó el inmueble situado en el número 58 de la calle Uría

Palacio, que se encontraba de descanso el día del incendio, pero que acudió a ayudar a sus compañeros a sofocar el incendio, había ingresado en el Cuerpo de Bomberos en 1992 como buceador profesional y formó parte de dicho grupo mientras estuvo operativo.

Entre otras actuaciones, Palacio realizó una importante labor en dos operativos de búsqueda realizados en el río Trubia para recuperar los cuerpos de un hombre en 2012 y de un niño en 2013 que murieron ahogados al ser arrastrados por la corriente.

La distinción a Eloy Palacio es la primera que otorga la actual corporación municipal.

En presencia de familiares y bomberos fallecidos del bombero fallecido, su viuda, Marta del Valle, se ha dirigido a los presentes en el homenaje para recordar la figura de un "gran trabajador, enamorado de su trabajo, con sentido del deber, honradez y empatía hacia los demás".

"Nunca se vanagloriaba de lo que hacía y mostraba siempre una gran humildad", ha afirmado su viuda, que ha asegurado que Eloy Palacio podía sentirse orgulloso de lo que logró en una vida truncada antes de tiempo.

A continuación el alcalde, Wenceslao López, tomó la palabra para asegurar que su pérdida ha dejado, además de un vacío enorme en familiares y amigos, "una huella en la memoria colectiva de la ciudad".

"Como alcalde aseguro que no ha habido un momento más duro en este mandato", ha afirmado López, antes de señalar los sentimientos de "rabia e impotencia" que acompañaron a la muerte de Eloy en acto de servicio" y con la que muchos vieron cómo hay trabajadores públicos que se juegan la vida para que a los demás no les pase nada.

En su opinión, la muerte de Eloy es ejemplo de esa labor callada y ejemplar de aquellos que tienen el deber de protegernos.

Tras su intervención, los hijos del fallecido, David y Luis, recogieron la medalla y el diploma antes de que se pusiera final a este acto de reconocimiento, que concluyó con dos vehículos de bomberos que situados frente al Consistorio que hicieron sonar sus sirenas.