A salvo por el ajedrez
La familia Prochaieva promete dar de qué hablar en el ajedrez asturiano
Tienen 12 años y son cuatrillizas. Lo comparten todo y por encima de todo una gran pasión, el ajedrez.
Este deporte es lo que les ha permitido dejar atrás la guerra en su país. Ha sido gracias a la iniciativa del Club Gijón Ajedrez 64.
Daniel Escanciano, ajedrecista madrileño, decidió cederles su casa de verano, en Casasuertes, en Riaño, León. Se encarga de que nada les falte.
Compiten en Asturias y aquí viajan cada fin de semana para medirse con otros ajedrecistas.
En su estreno asturiano, Alina Prochaieva fue la mejor jugadora de su categoría. Esta familia promete dar de qué hablar en el ajedrez asturiano.