Alberto Estrada, personaje versátil y pintoresco, de carácter afable
Es ceramista y piragüista por pasión, más que por competición
Alberto Estrada está detrás de miles de placas indicativas de calles de Gijón / Xixón, pero también de parte de la rehabilitación de edificios emblemáticos de toda Asturias.
Nació en Gijón, en la Gota de Leche en 1959 y el destino le haría restaurarla 44 años después. Alberto Estrada firma grandes creaciones y restauraciones: suyo es el mural de la facha de la cofradía de pescadores de L.uarca o el del Centro Cultural Oscar Niemeyer, pero también el de la Dirección General de Información del Parlamento Europeo.
Suyas son miles de placas de calles de Gijón o 5.000 azulejos de la Universidad Laboral. Todo gracias a que un día su afición por las piraguas le puso en el camino a un mítico ceramista, 'Rivero el de la Guía', del que acabaría heredando su taller.
Artista deportivo, obstinado y contumaz, nada competitivo y sí muy apasionado, llegó a colgar sus cuadros en el Museo Olímpico de Barcelona y hacer entrar de su mano la antorcha olímpica en la región con motivo de las olimpiadas de 1992.
A una primera piragua, tallada en madera, le seguirían múltiples cuadros y trofeos deportivos. Alberto Estrada es muy conocido en el mundo del deporte como propulsor del futbol en piragua en Asturias, presidente de la Asociación Amigos Dionisio de la Huerta e impulsor de la de Quini.
Tan pronto hace de extra para conocidas series, películas o anuncios televisivos, que se pone la montera picona del sella o se engalana como cofrade del oricio. Lo mismo monta en su patio un mercadillo como rescata y tutela animales con el Cepesma.
Alberto Estrada, personaje versátil y pintoresco, de carácter afable y rebosante energía.