Celestino Menéndez vende sus cosechas en el mercado de los domingos de Grado
Mantiene la tradición en su afán por perpetuar este oficio
Las lechugas, cebollas, repollos o fabas son productos de la huerta de Grado. Celestino Menéndez, conocido como 'Tino' es uno de los guardianes, más veteranos, de un oficio en peligro de extinción. Defensor de la huerta de toda la vida, planta con sus propias semillas, algunas con más de medio siglo de antigüedad.
Sus huertas están enclavadas en una zona habitual de paseo de los moscones. Muchos hacen un alto en el camino, para hacer negocio con Tino y llevarse sus hortalizas para casa.
A pesar del éxito de sus cosechas, lamenta que los jóvenes no valoren lo suficiente estos productos cultivados de forma totalmente natural.
Mientras la salud le acompañe, Tino seguirá dándole al picón. Su mejor medicina para sumar años llenos de vitalidad. Todo una vida, presumiendo de huerta. Una huerta que gracias a su empeño es, todavía, algo más que una imagen en nuestra memoria.