Cuidadoras de menores con grandes discapacidades piden equiparación con las profesionales
La próxima semana se reunirán con la consejera de Derechos Sociales y Bienestar
Desde hace once años Eva Brandi no tiene un respiro. Madre de dos hijos, uno de ellos con múltiples discapacidades incluidos trastornos conductuales, es el arquetipo de las cuidadores principales de menores con gran dependencia.
Las circunstancias les aboca a vivir para cuidar, lejos del mercado laboral y de la vida social. La mayor parte de las veces terminan asumiendo la crianza en solitario.
Sin titulación, tienen un máster vital en cuidados integrales de sus hijos e hijas como es el caso de Olaya Sevilla. Su primogénita está diagnosticada de una enfermedad tan poco frecuente que es 'ultrarrara'. Sólo hay 13 casos en España. A sus 10 años, Nora ya tiene reconocido un 82% de discapacidad.
Esta maternidad es cotidiana para más de 150 familias asturianas. En ocasiones por partida doble. Estas madres quieren que la próxima modificación de la Ley de la Dependencia les reconozca los derechos laborales de las cuidadoras profesionales, el salario mínimo interprofesional y que no tengan, por ejemplo, que elegir entre prestaciones
Su realidad la visibilizarán la próxima semana en la Consejería de Derechos Sociales y Bienestar.