El Balneario de Fontoria estuvo en funcionamiento hasta mediados del siglo XX
A pesar de las dificultades para acceder, se sigue yendo a buscar el agua sulfurosa de sus manantiales
Hoy en día es prácticamente inaccesible, pero una vez en el lugar todavía se aprecia el esplendor que un día tuvo el Balneario de Fontoria, en Allande.
Pocos saben, incluso en la comarca, de la llamada Casa de las Aguas, a orillas del río Arganza, en Allande. Escondido entre los frondosos árboles y rodeado de maleza, aún son visibles los restos del edificio que funcionó como balneario de aguas sulfurosas hasta mediados del siglo XX.
Tres socios pusieron en marcha el proyecto, inaugurado en 1888 y de cuyo éxito deja constancia la prensa de la época con todo tipo de anuncios y referencias.
Con la Guerra Civil dejó de hospedar gente, pero siguió ofreciendo los tratamientos. Su fama atraía gente de toda España y permitió abrir varias fondas para alojar a los pacientes en los pueblos de los alrededores e incluso en casas particulares.
Desde mediados del siglo XX se fue abandonando, aunque quienes sabían de su existencia seguían y siguen, a pesar de las dificultades para llegar, yendo a por su agua.
Hoy queda poco más que el esqueleto, aunque aún se aprecian parte de las salas de baños en la planta baja y entre el escombro los restos de una de las bañeras. El piso intermedio estaba dedicado a zonas comunes con un gran corredor de madera, y la zona de alojamiento en la planta superior. En la otra orilla, la capilla de la Virgen de la Salud, a la que se accedía a través de un puente colgante.
En las últimas décadas ha habido algunas propuestas para aprovechar sus aguas-medicinales e incluso un estudio hidrotermal encargado en 2008 por el Ayuntamiento, pero por ahora no hay ningún plan para recuperar el espacio.