El Principado reitera su apuesta por la creación de una macrorregión del Arco Atlántico

Asturias y las comunidades limítrofes no pueden quedarse en la periferia

Las Cámaras de Comercio del Arco Atlántico buscan sumar nuevos actores, como los agentes sociales, al proyecto de impulso y cohesión de las regiones que componen la fachada atlántica europea para que cuenten con una mayor capacidad de influencia y "no se queden rezagadas" en relación a otros territorios.

Ésta es una de las conclusiones del III foro que estas entidades, que representan a veintiún cámaras de España, Portugal y Francia, han celebrado ayer, jueves, y hoy en Oviedo y que ha contado con la participación del secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, y del presidente del Principado, Adrián Barbón.

Las cámaras han analizado los pasos dados hasta el momento para avanzar en el desarrollo de los mecanismos de cooperación intercameral e interinstitucional que contribuyan a trabajar de forma conjunta en los retos económicos, sociales y medioambientales a los que se enfrentan las regiones que componen el Arco Atlántico.

En la reunión, las entidades se han comprometido a seguir trabajando en lograr la constitución de la Macrorregión Atlántica en el marco de la Unión Europea.

También han reiterado la necesidad de que se impulse el corredor atlántico ferroviario, la intermodalidad y la conectividad de los Puertos del Arco Atlántico y el Camino de Santiago y se desarrolle el corredor del hidrógeno.

Proyecto compartido

El presidente de la Cámara de Comercio de Bilbao, José Ignacio Zudaire, ha expresado la importancia de que otros agentes, como los sociales, se incorporen a esta iniciativa "compartida", que ya cuenta con el respaldado de las instituciones para tejer una red de proyectos.

"Estamos dando pasos. Es muy importante no quedarse rezagado y no quedarse en la periferia. Nuestra posición geográfica es la que es y eso, obviamente, no lo podemos cambiar, pero sí podemos trabajar para conectarnos y tenemos capacidad de influencia", ha apuntado.

En la misma línea se ha pronunciado, su homólogo de la entidad empresarial de Oviedo, Carlos Paniceres, quien ha destacado que las cámaras, que se están convirtiendo en un "lobby del noroeste", seguirán "peleando" para que se constituya la Macrorregión Atlántica.

Las Cámaras del Arco Atlántico volverán a mantener un nuevo encuentro en Vigo a inicios del próximo año y también se citarán en Bruselas para llevar a las instituciones europeas sus reivindicaciones.

Apoyo institucional

En el acto de clausura, ha tomado la palabra el jefe del Ejecutivo asturiano, Adrián Barbón, quien ha defendido que el Arco Atlántico "tenga voz en Europa", para lo que debe contar con una estrategia común, "única y eficaz" que permita a las regiones competir globalmente.

"La fachada atlántica ha de hacerse oír en las instituciones europeas para no quedarse al margen de las grandes decisiones comunitarias", ha subrayado.

Se ha mostrado partidario de la creación de una Macrorregión Atlántica, una organización administrativa interregional, en la que las comunidades autónomas tengan "una participación de primer nivel y poder en la toma de decisiones".

Además, ha insistido en la importancia del corredor atlántico, como eje vertebrador para el progreso económico y social de las regiones de esta zona europea, que debe estar "en pie de igualdad" con el Mediterráneo.

En este sentido, ha reclamado la aprobación de un plan director del corredor con un cronograma de las actuaciones previstas y su correspondiente dotación presupuestaria, tal y como se recoge en el acuerdo social y político 'Alianza por las infraestructuras del Estado que Asturias necesita', suscrito este miércoles.

Por su parte, el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, ha expresado la importancia de que en este proyecto exista un marco de "diálogo y colaboración", dejando de lado "la ideología", para afrontar de forma conjunta los desafíos.

"Juntos, hermanados y colaborando somos más fuertes y construimos sociedades mejores", ha dicho, por su parte, el rector de la Universidad de Oviedo, Ignacio Villaverde.