Empeoramiento de la salud mental de los convivientes de alcohólicos
La asociación Al-Anon está volcada en ayudar a los familiares de estas personas
Al-Anon, la asociación volcada en ayudar a familiares de personas alcohólicas, alerta de un empeoramiento de la salud mental de las personas que tienen que convivir con quienes padecen este problema. En los momentos más duros de la pandemia, el número de llamadas a su teléfono de ayuda se llegó a duplicar. Pese a que ya han vuelto las reuniones de grupo presenciales, aún no se ha recuperado el número de habitual de participantes, lo que no ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas afectadas.
Desde su anonimato una persona miembro de Al-Anon nos cuenta cómo ha tenido que convivir con personas alcohólicas desde su infancia. Cuando llegó a esta asociación hace cuatro años se sintió aliviada. Había encontrado un lugar donde compartir sus frustraciones. Entonces llegó la pandemia.
El aislamiento inherente a estos tiempos ha agravado la salud mental de los convivientes. El número de llamadas al teléfono de Al-Anon llegó a duplicarse en los momentos más duros. Los cuadros de depresión y de ansiedad se hicieron más frecuentes, en algunos casos entre menores de edad.
Las reuniones de grupo son vitales para aprender a sobrellevar estas situaciones extremas. Las de Al-Anon han vuelto a la presencialidad en Oviedo, Gijón, Avilés y Siero. Pero en algunos casos la participación no alcanza ni a la mitad de la época prepandemia.
Una herida abierta más que deja esta crisis cuya gravedad se empieza ahora a conocer, y para la que, apuntan estas mujeres, será necesario volcar más recursos para cerrarla.