La Policía llegó hasta la madre del bebé por una huella en una bolsa de basura
Definen a Silvia Acebal como una persona muy fría y carente de emociones
Una huella dactilar encontrada en una bolsa de basura fue la pista clave que condujo a la Policía hasta Silvia Acebal, la madre del bebé asesinado en Nuevo Roces. Desde que apareció el cadáver del pequeño, la Policía procesó toda la basura de la zona durante semanas en busca de pruebas. Hoy han detallado en el juicio la investigación.
La huella de Silvia Acebal se encontró el 20 de agosto y en el mismo tipo de bolsa de basura que había utilizado durante el crimen para deshacerse de unas toallas ensangrentadas.
La Policía dio con la huella porque desde que apareció el cadáver del bebé procesó toda la basura procedente de ese barrio. Una tarea que han calificado de díficil y penosa. Fue la pista clave, ya que ni en el Sespa ni en ningún centro privado existía un historial con la gestación de la acusada.
La Policía asegura que, una vez detenida, Silvia Acebal reconoció que había matado a su hijo; y que no fue hasta que le enseñaron la foto del cadáver del bebé cuando se vino abajo y dijo que utilizó un cuchillo de la cocina para asesinarle.
En el registro realizado en su domicilio, encontraron una mancha grande de sangre en el colchón y restos en el pasillo.
La Policía reconoce que en un primer momento también sospecharon del padre, por su actitud, inicialmente fría, que atribuyen a un shock, porque al mostrarle las fotos del cadáver, se derrumbó.
Los policías que participaron, algunos con cerca de 40 años de servicio, como el jefe de la investigación, aseguran que nunca vieron un ensañamiento como el de este crimen; y han definido a Silvia Acebal como una persona muy fría y carente de emociones.