La planta de Danone cierra definitivamente su comprador que la rescate
Un cierre marcado por la incertidumbre
Los últimos vente trabajadores de la planta de Danone en Salas han acudido este viernes a las instalaciones para firmar su finiquito tras la decisión de la dirección de la multinacional francesa de cesar su actividad en el concejo asturiano, donde llevaba presente 41 años.
El secretario del comité de empresa, Juan Carlos García, ha precisado que en las instalaciones quedará un retén de cuatro trabajadores realizando labores de mantenimiento ante la perspectiva de que la planta pudiera ser traspasada en los próximos meses.
García ha asegurado que la dirección dice mantener tres líneas de negociación abiertas y el comité alberga la esperanza de que alguna de ellas pueda materializarse en el primer cuatrimestre de 2023.
De hecho, ha resaltado que el cese de la actividad se ha realizado de forma ordenada, con labores de mantenimiento y reparaciones por si fuera traspasada.
De los 70 trabajadores con que contaba la fábrica cuando Danone anunció su decisión el pasado mes de mayo, unos 40 fueron prejubilados y 30 indemnizados, de los que nueve han aceptado su traslado a otras factorías y seis han buscado trabajo por su cuenta, según el acuerdo alcanzado entre la dirección y el comité el pasado mes de julio.
La dirección de Danone anunció a principios de mayo su intención de cerrar su planta asturiana para trasladar la producción de forma paulatina a Francia hasta el cese de la actividad a finales de ese año, si bien posteriormente accedió a estudiar la posibilidad de la venta de las instalaciones a un inversor.
La empresa justificó su decisión por causas productivas al alegar una infrautilización de las instalaciones, unos altos de costes de producción y una caída de las ventas de los productos que se fabrican en Salas, como Danonino y los flanes de queso y de vainilla.