Olegario González restaura un molino de agua centenario en El Navaliegu

Su sueño ahora es convertir una cuadra en museo etnográfico

Olegario González nos invita a cruzar la puerta de un majestuoso roble para descubrir un tesoro oculto durante años entre los hartos y la maleza, un molino de agua centenario que este vecino de El Navaliegu, en Laviana, se encargó de restaurar. El agua del río y la piedra original hacen funcionar un molino fundamental en la aldea.

Olegario González, conocido como 'Gari', volvió jubilado a El Navaliegu y se propuso devolver la vida al molino hidráulico, reconstruir el viejo de rabil y convertir varias casas y paneras en alojamientos rurales. Todo un trabajo dedicado a vecinos y antepasados.

Su sueño ahora es convertir la cuadra en museo etnográfico y que las caleyas vuelvan a tener vida, aunque sea por unos días, con visitantes que busquen una aldea de cuento bajo el manto de Peña Mea y al abrigo de la Collaona.