Omar Álvarez muestra el estado del teleférico de Cabo Negro en Samartín de Podes

La instalación echó dos millones de toneladas de basura al mar entre 1962 y 1972
Entramos con Omar Álvarez en el que hace más de 50 años fue su lugar de trabajo, la terminal del teleférico de Cabo Negro en Samartín de Podes, donde solo se mantiene en pie y en estado de abandono la estructura del edificio principal.
No hay rastro de las tolvas ni las cintas transportadoras que durante 10 años, entre 1962 y 1972, se encargaban de echar al mar la escoria generada en los hornos de Ensidesa.
Un teleférico que atravesaba todo la parroquia de Samartín de Podes y parte del concejo de Gozón hasta Avilés. En total siete kilómetros de cableado con 365 tolvas.
Una instalación que hoy sería impensable por el impacto medioambiental que generó en la zona. En los 10 años que estuvo en funcionamiento echó al mar desde este acantilado casi dos millones de toneladas de basura.
A pesar del paso de los años, los efectos de la escoria se siguen notando en esta zona, como en el arenal al que los vecinos llaman 'playa negra', de donde las máquinas sacan a diario toneladas de estos residuos para intentar recuperar cuanto antes este enclave.