Prisión provisional para el presunto sicario de Ardines
Maamar Kelii ha negado su presencia en el día y lugar de los hechos
La jueza ha dictado una orden de prisión provisional comunicada y sin fianza para el ciudadano argelino Maamar Kelii, de 42 años, investigado como uno de los dos presuntos autores de la muerte del concejal de IU en Llanes, Javier Ardines, al imputarle un delito de asesinato.
M.K, que ayer fue entregado a España por las autoridades suizas tras cumplir una condena por otros delitos, ha pasado este jueves a disposición judicial.
La magistrada titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción de Llanes, que había iniciado el proceso de extradición el pasado año para poder continuar con las diligencias, ha adoptado la decisión tras tomarle declaración y de acuerdo al criterio de la Fiscalía, que apreciaba riesgo de fuga.
Según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA), Maamar Kelii únicamente ha querido contestar a las preguntas de su abogado para negar su presencia en el día y lugar del crimen, el 16 de agosto de 2018 en la parroquia llanisca de Belmonte de Pría, y por tanto haber participado en la muerte violenta del concejal.
Su defensa pedirá una segunda declaración al considerar que este jueves no estaba en buen estado físico para declarar por estar en pleno ramadán. Solicitará además un careo con el otro argelino detenido.
M.K es la cuarta persona que ingresa en prisión provisional por el asesinato de Ardines, un crimen que exigió una compleja investigación que dio lugar a las detenciones seis meses después.
Por el asesinato de Ardines fue detenido el 19 de febrero de 2019 en su vivienda de Amorebieta (Vizcaya) Pedro L.N.A., amigo personal del concejal, como supuesto inductor al encargar presuntamente el crimen a dos sicarios no profesionales movido por los celos ante sus sospechas sobre una posible relación entre su mujer y el edil.
El mismo día también fueron detenidos en Vizcaya uno de los dos supuestos sicarios, D.B., de nacionalidad argelina al igual que el que se encontraba en Suiza, y J.M.B., que según los investigadores pudo servir de enlace entre el inductor y los autores materiales.
En su declaración ante la jueza, D.B. afirmó que el inductor les pagó a él y al otro supuesto autor material 25.000 euros y al mediador otros 10.000.
Según los investigadores, el presunto inductor planeó con tiempo y detalle el asesinato del que fuera su amigo movido por los celos.
Ardines, que había renunciado a su sueldo de concejal y se ganaba la vida como patrón de barco, tenía unas rutinas y unos horarios que hacían fácil calcular sus movimientos puesto que salía a diario sobre las 6:30 horas a faenar con su embarcación "Bramadoria", antes de atender a sus responsabilidades municipales.
Algunos días antes de su asesinato, el concejal, de 52 años, casado y padre de dos hijos, comentó a su entorno algo que le había llamado la atención, el hecho de que encontrara unas vallas puestas en el camino rural por el que circulaba todas las mañanas.
En aquella ocasión, Ardines decidió bajar del coche para retirar las vallas y continuar su recorrido hasta el puerto de Llanes sin más incidencia, pero el 16 de agosto tres vallas de obra volvían a bloquearle el paso y, cuando se bajó de la furgoneta con el motor aún en marcha para retirarlas, fue sorprendido por sus asesinos.
La autopsia reveló que el concejal murió de varios golpes en la cabeza y nuca con un objeto contundente de forma que sólo pudo moverse unos metros antes de caer desplomado donde poco después fue encontrado fallecido por un vecino.