Roxoes, una auténtica delicia para muchos
Receta con los restos de la carne de cerdo que no se utilizan en otras elaboraciones
Los restos de la carne de cerdo que no se utilizan en otras elaboraciones, una olla de hierro, leña, agua, sal y mucha paciencia son los ingredientes básicos para los 'roxoes', un producto tradicional que se elaboraba en todas las casas de Grandas de Salime durante la matanza.
Hay variaciones en la preparación según la zona, y también en el nombre. Por ejemplo, en Ibias se denominan 'turrullos'.
La elaboración es sencilla, varias horas a fuego lento, para que el tocino y la grasa se vayan diluyendo. Esa grasa se va extrayendo varias veces durante la cocción y se utiliza a su vez para conservar los roxoes una vez elaborados y que estén listos para consumir con solo unos minutos al fuego.
La tradición manda que al finalizar la matanza se organice una cena en casa con amigos, familiares, vecinos y aquellos que han ayudado en las tareas, y que se bautiza como la cena de roxoes.
Con las cada vez menos frecuentes matanzas caseras, se ha han convertido en un producto muy apreciado. Una auténtica delicia para muchos, que se suele servir acompañada de cachelos y que no faltará estos días en muchas mesas de Grandas de Salime.