Sanz Montes subraya que en el caso del padre Chus se pone de parte de las víctimas

"No es cierto que tengamos una mala relación"

El arzobispo de Oviedo, Jesús Sanz Montes, ha rechazado hoy que "se lleve mal" con el padre Chus, que ha sido expulsado del estado clerical acusado de abusos deshonestos, pero ha subrayado que en este caso "se pone de parte de las víctimas".

Sanz, que ha participado hoy en la celebración del Corpus Christi en Oviedo, ha recordado que Jesús María Menéndez Suárez fue expulsado por el Papa Francisco del estado clerical "de manera irrevocable e inapelable" en un proceso "muy documentado en el que el padre Chus tuvo abogado defensor".

Ha añadido que, conociendo la "tolerancia cero" que admite el Papa Francisco en estos temas, la decisión de expulsar a un sacerdote "no se hace con humo de pajas o por un rumor".

"No es cierto que tengamos una mala relación lo que ocurre es que si yo tengo que estar de parte de alguien, estoy de parte de las víctimas. He estado con esos jóvenes y con sus madres, y se lo que hay se ha dado", ha subrayado.

Sanz, que ha oficiado la homilía de la misa que se ha celebrado en la catedral por el Corpus Christi, ha dicho que aunque parece que los datos de la macroeconomía indica una recuperación no está ocurriendo lo mismo con las personas más necesitadas.

Ha recalcado que Cáritas sigue "desbordada" al tener que atender a unas 22.000 personas y a casi 2.000 familias asturianas que están necesitadas.

En relación a las negociaciones para la Alcaldía de Oviedo, el arzobispo ha indicado que las sigue como espectador y que espera que se llegue a un entendimiento que de un resultado que favorezca a la ciudadanía.

Ha asegurado que sea quien sea el nuevo alcalde de la ciudad mantendrá su invitación comer las típicas fresas que el Arzobispado ofrece a la Corporación ovetense, aunque ha dicho que otra cuestión será saber si es aceptada.