Una mujer justifica el hallazgo de su ADN en una relación con Ardines
Declaran dos expolicías locales y el antiguo abogado consistorial de Llanes
La mujer cuyo ADN apareció en el cuerpo y el coche del concejal de IU de Llanes Javier Ardines el día en que fue asesinado, el 16 de agosto de 2018, ha justificado este jueves la presencia de su perfil genético en las relaciones sexuales que mantuvo le víspera con el edil y ha ratificado que la Guardia Civil le informó de este hecho antes de prestar su segunda declaración, según han informado las defensas.
La declaración de esta mujer, que durante 45 minutos ha declarado a puerta cerrada para preservar su intimidad, ha centrado parte de la décima sesión del juicio con jurado que se celebra en la Audiencia por el que están acusados Pedro N.A., como presunto inductor, Maamar K. y Djilali B. como supuestos sicarios, y Jesús M. como intermediario, quienes afrontan una pena de 25 años de prisión por el asesinato.
El letrado Luis Mendiguren, defensor de Jesús M., ha cuestionado la investigación policial al sostener que la mujer ha prestado una declaración “contundente” que deja claro que la Guardia Civil “de alguna forma la dirigió” sobre dónde y cómo había aparecido su ADN.
El letrado Fernando de Barutell, que defiende a Maamar K. ha dicho que habrá que abrir diligencias para depurar “quién miente”, si los guardias civiles que fueron “especialmente vehementes” sobre el hecho de que no la habían informado o la testigo que lo confirma.
Para las defensas, lo más razonable sería que hubieran llamado a esta mujer en calidad de investigada y han denunciado públicamente que se la hubiera “avisado, advertido e influido” en una declaración donde le hicieron “de 8 a 15 preguntas, porque no lo ha podido precisar” y sólo se consignaran dos de ellas en las diligencias.
Conflicto laboral en Llanes
En la sesión de hoy también han declarado dos expolicías locales y el antiguo abogado consistorial de Llanes, quienes han confirmado que en agosto de 2018 había un conflicto laboral por el alto porcentaje de interinidad que se registraba en el consistorio y la inminente convocatoria de una oferta pública de empleo para sus plazas.
Los tres han negado que el conflicto laboral generara enfrentamientos personales con el concejal asesinado y han ratificado que incluso el alcalde, Enrique Riestra, era quien llevaba “la voz cantante” en la mesa de negociación con los funcionarios.
También ha declarado el médico Fernando F.T., marido de la fotógrafa que había quedado con la víctima el mismo día del crimen, quien ha dicho que el 112 le llamó cuando estaba de guardia el día del crimen para que fuera a Belmonte de Pría porque había “una persona joven inconsciente” en el camino, pero cuando él llego no pudo hacer nada porque Ardines ya estaba muerto.
Un primo del concejal ha reconocido que facilitó a la Guardia Civil la pista de la mujer cuyo ADN apareció el día del crimen porque sospechaba que tenía una relación sentimental con éste y de un hostelero que había tenido un conflicto con Ardines a raíz de que se pusiera una señalización que impedía el acceso al camino hacia la playa de Guadamía donde él tenía un negocio.
Este hostelero, Ángel G.I., ha negado que le dijera a este primo que "quería matar a Ardines porque le había jodido la vida” y ha matizado que era más propio de él haberle dicho frases como “quiero que se muera”.
Otros testigos han reconocido que el edil mantenía "algunas polémicas" con la gente por "cosas que quería hacer" relacionadas con su cargo como concejal de Personal, Playas y Medio Rural y se han limitado a contar los “rumores” sobre tráfico de drogas o relaciones de la víctima con otras mujeres.
El juicio continuará mañana, viernes, a las 10 de la mañana, con los testigos propuestos por las defensas de Pedro N.A. y Maamar K.