Comer avellanas con frecuencia puede retrasar o evitar enfermedades neurodegenerativas. Un estudio de 2024 recopila las investigaciones publicadas al respecto en los últimos años en todo el mundo.
Introducirlos en la dieta puede retrasar o evitar enfermedades neurodegenerativas, incluso en personas predispuestas genéticamente a desarrollarlas, explica Sergio Calleja, neurólogo y Coordinador de la Unidad de Ictus del HUCA.
No obstante, los neurólogos puntualizan que mientras el efecto protector para el corazón y los vasos sanguíneos de avellanas y resto de frutos secos se ha demostrado en humanos, en este campo hay que investigar más.
Habría que comer un puñado grande de avellanas al día, entre 60 y 80 gramos, para beneficiarse de las propiedades de este fruto tan saludable y tan nuestro y disminuir la ingesta de otras calorías.
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