Pocos sabrán que es el síndrome de Chiari, pero sí que es la espina bífida. Esta patología que se diagnostica con un cribado neonatal es un tipo de Chiari, el II. Sólo una resonancia puede desvelar el I. En Asturias hay un centenar de pacientes diagnosticados, de los que cinco son niños.
Cuatro de ellos ya han sido operados con éxito del Chiari I aunque la asignatura pendiente es el diagnostico precoz en las consultas de pediatría. Especialistas y pacientes coinciden en la necesidad que Sanidad consensué un guía para diagnosticar esta enfermedad hereditaria que podría dejar de ser rara, si se conociera mejor porque aflorarían, sostienen, muchos más casos.
En el Hospital Universitario Vall d'Hebrón hacen un seguimiento integral de los pacientes, desde la infancia hasta la edad adulta. Han estudiado 500 pacientes siendo pioneros en entender la genética y las alteraciones anatómicas que presenten quienes padecen Chiari.
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